Dir. Mike Leigh | 125 min. | Reino Unido – Francia – Nueva Zelanda
Intérpretes:
Imelda Staunton (Vera)
Richard Graham (George)
Philip Davis (Stan)
Eddie Marsan (Reg)
Daniel Mays (Sid)
Alex Kelly (Ethel)
Ruth Sheen (Lily)
Estreno en Perú: 1 de diciembre de 2005
El inglés Mike Leigh vuelve a la carga con su estilo y personalidad, siempre preocupado por entregar un cine de personajes. Vera Drake es la crónica pausada y ejemplar de la vida de una madre de familia que se dedica a practicar abortos ilegales a comienzos de los años cincuenta.
Mike Leigh (Inglaterra, 1943) vuelve a la carga en este noveno largometraje, con su estilo y personalidad, siempre preocupado por entregar un cine de personajes, ajeno a modas o tendencias. Su cine auténticamente inglés por donde se le mire no es para nada complaciente, nos presenta historias que pueden lindar hasta con lo mas sórdido pero que configuran esa visión tan suya acerca de su sociedad, visión que plasmo en cintas como La vida es dulce (Life is sweet, 1990), Al desnudo (Naked, 1993), Secretos y mentiras (Secret and Lies, 1996), o Todo o Nada (All or Nothing, 2002).
Vera Drake es la crónica pausada y ejemplar de la vida de una madre de familia que se dedica a practicar abortos ilegales a comienzos de los años cincuenta, pero es tratada de manera nada sensacionalista, más bien nos muestra la vida cotidiana de la protagonista y de todos los que la rodean. Vera en la notable interpretación de Imelda Staunton (Mejor actriz en Venecia 2004 por este papel) es una buena mujer, algo enigmática, y sus prácticas con las chicas desesperadas están filmadas con un aire a lo de todos los días. Leigh no deja claro hasta que punto esta a favor o en contra de lo que nos presenta y es que no es lo que le interesa, a él le llama la atención los modales de la época, las reacciones de la gente, la doble moral, pero todo dosificado dentro de una narración clásica y sin fisuras.
Vera solo actúa ante la desesperación de quien solicita sus servicios, no las condena, solo las comprende, y lo mismo hace Leigh. Esta es una rutina que la protagonista ejecuta con la misma actitud que cuando ayuda a los enfermos, limpia las casas de gente adinerada o atiende a su familia. Por lo demás esta es una película sobre vivencias familiares y no intenta que el tema del aborto se convierta en el centro del film.
Leigh vuelve a mostrarse como representante de un tipo de cine que muchas veces ya no llama la atención de la gran mayoría, es un cine que corresponde a un estilo del que ha partido mucho de la expresión postmoderna.
Jorge Esponda
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