Como se esperaba Damián Alcázar (México 1953) fue elegido mejor actor en la novena edición de Elcine, lo cual no hace sino confirmar una bien llevada carrera de 20 años, tanto en el cine, el teatro y la televisión. Su predilección por los caracteres más bien complejos lo ha llevado a trabajar con directores como John Sayles (Hombres armados) y Arturo Ripstein (La mujer del puerto) así como en producciones fuera de su país. Este es el caso de Crónicas, producción mexicano-ecuatoriana dirigida por Sebastián Cordero, donde da vida a Vinicio Cepeda, un enigmático vendedor itinerante acusado de ser un violador de niños y asesino en serie que asola diversos poblados del Ecuador. Cinencuentro habló con Damián Alcázar el día antes de conocerse la votación final.
Cinencuentro: ¿Cómo fue la preparación para el intenso rol de Vinicio?
Damián Alcázar: Fue igualmente intenso, muy intenso. Me fui un mes antes al Ecuador, tenía mucho material de parte de Sebastián, algunos libros sobre ciertos personajes, me entrevisté con un psiquiatra y con una psicóloga que trataron a este tipo de gente, salía a las calles de Guayaquil a escuchar y ver a la gente, a entender que sí somos lo mismo, los ecuatorianos y los latinoamericanos pero tienen sus ligeras variantes, sobretodo en el entorno en que se habita. Y de ahí empezar con cada lectura de las escenas a tener objetividad sobre que tipo de persona es ésta que me están presentando ¿no? y que le voy a dar vida, encontrarle su propia manera de respirar, irlo ubicando y en ese mismo sentido imaginando.
Tu personaje tiene una compleja psicología, pues muestra dos caras opuestas, ¿Cómo lo construiste para que fuera creíble?
Yo creo que en esencia todo está en un buen guión y si tu lo percibes y empiezas a vivirlo, por ahí está mas o menos, sí me costó mucho trabajo porque requería mucho esfuerzo de mí, mucho tiempo, no parar, no contentarme y decir: “bueno ya creo que es suficiente, yo me la creo, tengo emociones verdaderas, por lo tanto lo voy a hacer bien” No, volvía a intentarlo y agotaba otra posibilidad y cada vez encontraba cosas nuevas y llegué a tener una idea muy clara de lo que le ocurría, me aislé muchísimo para preparar el personaje, no iba a reuniones, porque no me lo podía permitir.
Tuviste que hacer una adecuación física para el rol ¿No? Un trabajo de maquillaje, de preparación previa.
Pues mira, más que de maquillaje que no lo había realmente, el personaje va emergiendo de tal forma que es otro y creo que así intento trabajar todos mis personajes, porque es otra persona, no soy yo, por lo tanto tiene que caminar de otra manera, tiene que hablar de otra manera. En Crónicas era un caso extremo, es un colombiano que vive en Ecuador por lo tanto había que encontrarle una forma de expresión vocal ¿No? es decir el acento, el tono. Pero estaba ahí mismo, yo no se lo puedo inventar, creo que lo percibo. Por ejemplo me rasuré y le dije a Sebastián me voy a quitar las cejas, porque pensé que si la cara era mucho mas neutra, sin esta fuerza que tengo yo en las cejas oscuras y bien marcadas, si es mucho mas neutra es como más transparente, menos cálido, como más frío. Son ideas que a mí se me ocurren ¿No? porque también siento que no tiene pelo, como si fuera una rana, como si fuera una salamandra, una cosa así, un reptil. Y por otro lado su forma de caminar, pues se anda escondiendo, se oculta tras de sí mismo, por lo tanto no es frontal, no es abierto y no es relajado, es taimado. Pero todo esto lo vas encontrando en el personaje y dices, este tipo así es.
¿Qué tipo de personajes te gusta interpretar?
Me gustan los personajes complejos, porque no existen las personas simples, incluso si abordamos a una persona que consideramos simple, veremos que tiene muchísimas cosas que lo hacen complejo y eso es lo extraordinario de las buenas historias y eso creo que tienen los buenos personajes, pero por ejemplo, hablando de esto de manera mas amplia, los galanes, el galán en una historia de amor es un personaje simple, es buena persona, lo construyen tonto, confiado, pero cuando un personaje es más complejo es mucho más cercano a la realidad, a lo que nosotros percibimos como un ser humano, esos son los verdaderamente interesantes.
¿Cómo fue tu relación con tus compañeros de reparto? John Leguizamo, Leonor Watling.
Fue una relación muy cercana, muy amable, siempre había una forma muy cálida de tratarse entre todo el grupo y también con los jóvenes ecuatorianos que trabajaron en la producción, era realmente un ambiente formidable para nuestro quehacer, tu te vas enfrentando con dificultades a lo largo del rodaje que puedes resolver gracias a que todo el mundo está con la intención de ofrecer su trabajo, su esfuerzo, eso hace que fluya un proceso.
¿Hacía donde se dirige ahora la carrera de Damián Alcázar?
Tengo ahora un par de invitaciones, una en Colombia y otra en Bolivia. En México estoy a la espera de que salga una serie formidable que nació en la Argentina que se llama Los simuladores y ahora lo van a hacer en México, me encantaría hacerla porque es una cosa muy interesante, muy divertida y muy inteligente, ojalá que me toque hacerla. Y tengo también una oferta de televisión con la gente que trabajo siempre que es Argos Cine, que también se caracteriza porque sus historias son inteligentes.
¿Qué te parece el Perú?
Es la segunda vez que estoy aquí en Lima, me encanta, la comida es extraordinaria, lo poco que he podido pasearme por Lima me gusta mucho, al término del festival me voy al Cusco y espero subir a todos los lugares posibles.
Es casi seguro que tu trabajo en Crónicas sea premiado como mejor actuación del presente festival ¿Que opinas?
Probablemente, igualmente si no lo ganara y hay otro actor cuyo trabajo esté formidable, también lo voy a aplaudir muchísimo y voy a ser capaz de percibirlo perfectamente.
Entrevista: Luis Ramos
Fotos: Luis Ramos y Jorge Esponda
Lima, 12 de Agosto del 2005
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