No se podía quedar atrás ‘nuestro’ cardenal. El Arzobispo de Lima Juan Luis Cipriani ha pedido a la feligresía peruana (o sea Uds. pecadores) que no vayan a ver El código Da Vinci -película que se estrena este jueves 18 de mayo en todos los cines. Las entradas ya están a la venta.
En una declaración digna de Melcochita, Cipriani dijo «¡No la vean!», pues según él la película ataca la imagen que tienen (¿tenemos?) muchos sobre la Virgen María y Jesucristo:
No se trata de ficción, sino que la verdad no se respeta y surge así un terrorismo de guante blanco, el terrorismo de la mentira que hay en la película y la novela que destrozan el rol de una familia, de una madre.
Vaya, pues parece que alguien ya leyó el libro, y además ha tenido acceso al avance de 30 minutos que según Brunito Pinasco fue presentado hace unas semanas por la productora en EE.UU. O quizás ya exista una version ‘ilegal’ en Polvos Azules a la que el Primado le ha dado una mirada. De otra manera no se entiende como se puede vetar algo que no se ha visto o leído.
Pero más alla de todo esto estamos olvidando un pequeño detalle: Es que se trata de ¡una película! Ficción. Entretenimiento. Bueno o malo eso aún está por verse, si habría que reclamarle algo al film (luego de su visionado) tendría que venir por el lado cinematográfico, el guión, el nivel de actuaciones, ritmo, edición, sonido, etc. El resto son posiciones que lindan con aquellas de la Inquisición, prohibiendo libros y demás obras. Al final de cuentas lo único que logra este tipo de vetos es acrecentar el supuesto morbo por saber de que se trata aquel fruto prohibido. Un caso reciente fue la taquillera y sangrienta La pasión de Cristo de Mel Gibson. Así que ya sabemos como terminará esta historia.
(Vía El Comercio)
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