8 de agosto. 8:00 p.m. Sala Azul: Lo veía sonreír tímidamente en el visor LCD de la cámara digital, casi como aturdido por las luces y los flashes, que no eran muchos pero eran. El director argentino Rodrigo Moreno, alto y más alto aún con un peinado que lo hace distinguible a la distancia, está en Lima para presentar su primera película en solitario, El custodio. Esta es sin dudas una de las grandes favoritas del festival, un film sólido como el custodio Rubén, el protagonista de la cinta, en las facciones del gran Julio Chávez.
Entonces, con la pequeña gran emoción de ver de cerca al creador de una cinta que rápidamente crece dentro de uno (¿sí o no Héctor?), procedí a disparar el flash a discreción, mientras la super reconocible voz de Ricardo Velázquez nos contaba detalles de la biografía y filmografía de Moreno. Él mientras tanto intercambiaba palabras con Edgar Saba, esperando el momento de acercarse al micrófono. Cuando lo hizo confesó sentirse nervioso, como en todas las ocasiones que ha tenido que presentar su película. «Claro, es pura falsa modestia», pensaría más de uno. Pero segundos después Rodrigo se encontraría mencionando a El descanso, su anterior trabajo, un film colectivo, en vez de la esperada El custodio. Se rió y salió del paso rápidamente.
Luego remarcó la diferencia de ver su película en un festival como el de Lima, en comparación con un estreno comercial (como el realizado en Argentina hace unos meses). En estos eventos especiales a películas como la suya se les engríe se les trata bien. Y en este caso, un trato que es muy merecido.
Una sencilla presentación para una cinta y un director que no merece más que elogios. Es una obligación ver El custodio, si bien la de anoche fue su última proyección dentro de la programación del festival, espero, estoy casi seguro que la película se podrá ver en los días post festival, y porqué no, hasta en un estreno, limitado quizá pero estreno al fin.
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