Madeinusa, la sensación peruana del 10º Festival ElCine, se estrenó anoche jueves a las 7.45 p.m. en la Sala Roja del CCPUC abarrotada de un público que incluso la espectó de pie o sentada en las escaleras de acceso. Claudia Llosa, su emocionada y colorida directora, estuvo presente al igual que parte del elenco de su ópera prima: Magaly Solier (Madeinusa), Juan Ubaldo Huamán (Don Cayo), e Yiliana Chong (Chale) quienes al término de la proyección fueron objeto de los aplausos y felicitaciones de los presentes y de los flashes y luces de fotógrafos y camarógrafos, nosotros incluídos por supuesto.
Entre la larga lista de nombres que mencionó, Claudia agradeció en particular a Miguel Rubio, fundador y director del grupo Yuyachkani, quien estuvo en la función, a la artista plástica Susana Torres, una de las encargadas de la colorida dirección de arte del filme, a Patricia Bueno, madre y colaboradora de la cineasta en esta aventura, y a los habitantes de Canray Chico, localidad de la Cordillera Blanca en Huaraz donde se desarrolla la historia.
Por su contenido y conclusión, Madeinusa es políticamente incorrecta en su visión del ande peruano y su religiosidad, y seguro que desatará controversias (ya las está generando aquí entre nuestros lectores) pero es la mejor cinta hecha en este país desde Días de Santiago. Nos presenta a una realizadora prometedora y talentosa, y a una nueva revelación como Magaly Solier. Desentona sin embargo la presencia del español Carlos de la Torre quien no da la talla y le resta vuelo a varias escenas en las que participa. Más allá de esto, esperamos con impaciencia su pase en salas comerciales.
Sobre la, por momentos, accidentada función debemos comentar que hubo un problema de coordinación (o de cálculo) entre la cantidad de invitados y los boletos vendidos para esta presentación especial. En el momento que Claudia se dirigía al público, un grupo de espectadores que habían salido a comprar algo o que recién llegaban, tuvieron que quedarse afuera, con ticket en la mano, pues en la sala no entraba un alma. A ellos se les ofreció las disculpas del caso y algunas opciones para salvar el impase, como la devolución del dinero o entradas gratis para otras funciones. Incomodidades que esperemos sean evitadas en futuras ocasiones.
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