Como ya habíamos comentado, este jueves 24 a las 5:00 p.m. se presenta el documental peruano Lima ¡Wás!, celebrando el Día Mundial del Folclore en el Museo de la Nación.
Tomen nota de lo que comenta Marco, avisando que la sala donde se proyectará la cinta sólo tiene una capacidad para 50 personas, así que recomendamos ir temprano.
Aquí les dejamos una crítica del documental escrita por Emilio Bustamante en la última edición de la revista «Tren de sombras», que la productora Rosamaría Alvarez-Gil gentilmente nos ha enviado.
Crítica de Lima ¡Wás!
Lima ¡Wás! es un documental de casi una hora de duración que se desarrolla alrededor de una competencia de huaylarsh en Lima en la que se enfrentan dos conjuntos de danzantes: “Defensor Gloria” y “Los Guapos del Centro”. Mientras que las tomas de “Defensor Gloria” destacan la fuerza, disciplina y unidad de sus coreografías; en “Los Guapos del Centro” se valora la creatividad individual puesta al servicio del grupo. “Defensor Gloria” es el conjunto favorito, el ganador de eventos anteriores; “Los Guapos del Centro” es el grupo nuevo, el David que aspira a derrotar a Goliat. Las simpatías del narrador están con “Los Guapos del Centro”. El punto de vista lo privilegia. El reparto de roles actanciales deja a “Los Guapos del Centro” como protagonista y a “Defensor Gloria” como antagonista. La estructura dramática es casi la de un filme bélico de tres actos: la presentación de los combatientes, el entrenamiento y la guerra. En el último acto (el de la guerra) hay, al comienzo, un engañoso traspié del protagonista; y, al final, una apoteósica victoria del mismo. El narrador (invisible y omnisciente) destaca, durante el relato, a algunos personajes de “Los Guapos del Centro”; individuos disímiles y atractivos (un cobrador de micro y ex pandillero, una chica que prometió a su hermana moribunda ganar el concurso, un bailarín negro, una joven ama de casa subida de peso, un anciano vendedor ambulante). En cambio, en “Defensor Gloria” sólo sobresale al líder, quien exige a los miembros de su conjunto que “bailen a imagen y semejanza del que enseña”. El director Alejandro Rossi aprovecha bien las lecciones de Eisenstein (Alexander Nevski, El acorazado Potemkin) y orienta nuestra simpatía hacia aquellos que tienen rostros, en este caso, “Los Guapos del Centro”.
En ambos grupos se resalta la pujanza de los nuevos limeños que han logrado armonizar sus raíces andinas (y valores de reciprocidad y competencia) con la vida urbana moderna. En ambos se exalta su búsqueda de la excelencia, su rechazo a la mediocridad, así como su demanda de orden. Sin embargo, como resultado de las opciones narrativas y de la puesta en escena, se percibe en “Defensor Gloria” un cierto talante autoritario, monolítico, tradicional, algo deshumanizado y “étnico” (“todos somos hijos de auténticos huancaínos”, dice su líder); mientras que en “Los Guapos del Centro” parece vibrar un espíritu más democrático y “artístico” aunque no carente de disciplina y sacrificio (el líder de “Los Guapos del Centro” es un ex integrante de las Fuerzas Armadas y ex monaguillo que aprecia su instrucción militar y religiosa).
Como se habrá notado, se trata de un filme que va más allá de mostrar una competencia de huaylarsh en la Lima de hoy. Conlleva una propuesta ideológica, casi un programa político y social para los grupos emergentes. No es un documental “objetivo”; su estructura narrativa (que crea protagonistas y antagonistas), su puesta en escena y edición que destacan (de modo más o menos arbitrario) valores en un grupo y otro, y privilegia los rostros de los integrantes de un conjunto sobre los de otro, acercan a Lima ¡Wás! a la ficción. Las debilidades del filme parten, quizá, de un cierto esquematismo (que corre el riesgo de devenir en aleccionador) y se acrecientan al no haber podido los realizadores otorgar mayores dimensiones a los personajes que individualizan al interior de “Los Guapos del Centro”, y que, al final, quedan solo como arquetipos. Pese a ello, por la claridad de su concepto, su agudeza en el registro de ciertos valores actuales de los nuevos limeños, su rigor narrativo y la actualidad de su propuesta ideológica, Lima ¡Wás! es una de las películas peruanas más interesantes de los últimos años.
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