Dir. Jared Hess | 100 min. | EE.UU.
Intérpretes:
Jack Black (Nacho)
Ana de la Reguera (Hermana Encarnación)
Héctor Jiménez (Esqueleto)
Darius Rose (Chancho)
Moises Arias (Juan Pablo)
Estreno en Perú: 12 de octubre del 2006
En México, un aspirante a cura dedicado a atender la comida de los niños huérfanos que viven en el convento, tiene un sueño que lleva consigo desde su infancia, convertirse en el luchador más querido de México. Para ello intenta, con ayuda de un escudero, llegar a ser como su némesis, el luchador Ramses. Nacho intentará luchar, por su orgullo, su amor escondido y casto por Encarnación.
Jack Black es hoy en día uno de los cómicos más bizarros, interesantes y polifacéticos, a pesar que le costó adaptarse al star system ha sabido hacerse un lugar privilegiado en el cine, con películas como King Kong, The School of Rock, High Fidelity, entre otras.
Con ese sitial que se lo ha ganado en base a escatológicas bromas e hilarante gestualidad, esta vez se arriesga con una comedia que caricaturiza la iconografía mexicana del mundo, de por sí ya caricaturizado, como lo es la lucha libre.
Con una puesta en escena muy freaky, ambientada en la década de los 70, Nacho Libre es quizás la parodia mejor lograda del mundo de los luchadores teniendo en cuenta lo que esto significa para los mexicanos, a diferencia de la lucha libre profesional americana.
En México, un aspirante a cura dedicado a atender la comida de los niños huérfanos que viven en el convento, tiene un sueño que lleva consigo desde su infancia, convertirse en el luchador más querido de México. Para ello intenta, con ayuda de un escudero (el chillante Héctor Jiménez), llegar a ser como su némesis, el luchador Ramses (protagonizado por el luchador de la WWF, Silver King).
Sin embargo, Ramses no es como parece y como dicen que del amor al odio hay un paso, Nacho intentará luchar, por su orgullo, su amor escondido y casto por Encarnación (bellísima Ana de la Reguera) y por los niños del orfelinato, contra su alterego buscando la gloria de este deporte, todo desde el plano de la parodia y la comicidad característica del humor de Black.
Nacho Libre es una película hecha sin mayores pretensiones que divertir y en esa inquietud nos regala una lograda recreación del mundo de los héroes del ring, con un humor blanco y poco bizarro que se agradece, porque ésta es una cinta para disfrutar en familia, al final deja un mensaje repetitivo, pero gratificante, en el mundo del cine deportivo.
La recreación del mundo de la lucha libre y la iconografía mexicana está excelentemente plasmada en pantalla, los antifaces, las máscaras y las personalidades de este submundo azteca se llevan con fidelidad logrando la chirriante escenografía, una puesta en escena que le va como anillo al dedo al desarrollo de la cinta. Quizás porque el director de la cinta es el interesante Jared Hess, aquel de la popular y nunca estrenada en Lima, Napoleon Dynamite.
En síntesis, una de esas películas en las que uno va al cine solo a divertirse. Buscarle otras razones para verla es quizás ir en contra de las ganas de sentarse en una butaca y disfrutar de una cinta hecha para degustar pop corn, sin que ello resulte ir en contra de su esencia.
Alex Guerrero
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