The Prestige
Dir. Christopher Nolan | 128 min. | EE.UU. – Reino Unido
Guion: Jonathan Nolan y Christopher Nolan
Intérpretes:
Hugh Jackman (Robert Angier), Christian Bale (Alfred Borden), Michael Caine (Cutter), Scarlett Johansson (Olivia Wenscombe), David Bowie (Nikola Tesla), Andy Serkis (Alley), Piper Perabo (Julia Angier), Rebecca Hall (Sarah Borden), Samantha Mahurin (Jess)
Estreno en Perú: 9 de noviembre del 2006
Los protagonistas de este film son dos rivales muy singulares, dos magos, o si se quiere, dos ilusionistas, dos profesionales del engaño, dos artistas del trucaje, ambos con su propio estilo. Pérdidas fatales, revanchas de todo calibre, desde bromas pesadas hasta golpes arteros, engaños y decepciones, mentiras y resentimientos. Todos estos elementos serán el motor que lleven a los dos personajes principales, interpretados en buen nivel por Hugh Jackman y Christian Bale, a realizar sacrificios realmente impensables.
No hay nada como regresar del cine sintiéndose completamente satisfecho, llenar las expectativas creadas y llevarse más de una sorpresa, pequeña o grande. Quizá The Prestige no sea el mejor filme que haya realizado Christopher Nolan, uno de mis directores favoritos -si he de decirlo una vez más. Esta apreciación probablemente varíe con el pasar del tiempo, pero consideremos también que él mismo se puso una valla bastante alta con sus dos primeras películas. Lo que sí es cierto es que Nolan se mantiene fiel a su prédica y alimenta con este nuevo relato mi cinefilia por su trabajo. A pesar del inmenso presupuesto que llega a manejar, las deslumbrantes estrellas de su reparto y los estándares que exige una película de la industria hollywoodense –me refiero a tener que dejar atados (casi) todos los cabos-, Nolan se las arregla para continuar presentándonos personajes memorables.
Desde Following hasta Batman Begins, pasando por Memento e Insomnia, la venganza, el engaño y la obsesión han sido los pilares sobre los cuales Nolan ha cimentado sus historias. Esta vez los protagonistas son dos rivales muy singulares, dos magos, o si se quiere, dos ilusionistas, dos profesionales del engaño, dos artistas del trucaje, ambos con su propio estilo. Pérdidas fatales, revanchas de todo calibre, desde bromas pesadas hasta golpes arteros, engaños y decepciones, mentiras y resentimientos. Todos estos elementos serán el motor que lleven a los dos personajes principales, interpretados en buen nivel por Hugh Jackman y Christian Bale, a realizar sacrificios realmente impensables.
Por otro lado, la ciencia y la magia también se ven de alguna manera enfrentados, lo que da pie a la inclasificable presencia -entiéndase, en el buen sentido-, del “mil rostros” David Bowie. Su refinada interpretación de Nikola Tesla me ha llevado a buscar más información sobre aquella rivalidad con Thomas Alva Edison que se menciona en el film.
Volviendo al reparto, Scarlett Johansson por su parte, si bien adorna como ninguna buena parte del material publicitario, tiene en la cinta un papel secundario con no muchas apariciones, pero eso sí, con un rol definido y más que necesario. Es la portadora de los labios que perturban a ambos magos por igual, la portadora del cuaderno de notas lleno de secretos encriptados, el cual será uno de los objetos en disputa por los archirrivales. Ilusos, dejan de lado familia y bellas parejas, llevados por el enfermizo afán de vencer al otro.
Menos secundario es el papel que interpreta el inacabable Michael Caine, quien de alguna manera repite su Alfred de Batman Begins: el cerebro tras bastidores, aquel que conoce todos los trucos y gadgets, es el ingéneur que todo mago quisiera tener. Nolan sabe bien con quien trabajar, elige bien a sus actores y saca lo mejor de cada uno. Incluso rescata a algunos que merecen más oportunidades, como es el caso de Andy Serkis, mundialmente conocido por su esquizofrénico Gollum/Smeagol en la trilogía de El Señor de los Anillos. Nota aparte: me parece que él bien podría ser una nueva versión del Paul Giamatti de hace unos años, cuando era una joya que el gran público recién descubriría en filmes recientes.
Como broche de oro, para mí, un fan de Radiohead, fue un placer escuchar un instante después del momento crucial de la película (cuando la vean, sabrán por qué digo esto), el tema “Analyse”, sacado de The Eraser, el disco solista de Thom Yorke.
Arriba el telón, y presten atención que El Gran Danton y El Profesor pasarán de desaparecer palomas a enjaularse en sus propias prisiones. The man in the box, es el que menos importa, ¿o no?
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