Dir. Sylvester Stallone | 102 min. | EE.UU.
Intérpretes:
Sylvester Stallone (Rocky Balboa)
Burt Young (Paulie)
Milo Ventimiglia (Rocky Jr.)
Geraldine Hughes (Marie)
James Francis Kelly III (Steps)
Estreno en Perú: 1 de febrero de 2007
Rocky Balboa regresa desde el retiro para subir por última vez al cuadrilátero, y enfrentar al campeón de los pesos pesados Mason ‘The Line’ Dixon. Esta cinta es un homenaje al héroe ya entrado en años que no encuentra motivaciones por la muerte de su esposa y la lejanía en la relación con su hijo, y que arrastra las penas de sentirse olvidado y relegado por la vida.
Rocky Balboa es una leyenda del cine, eso ni negarlo, a pesar que el papel cayó en un inexpresivo Sylvester Stallone durante sus cinco anteriores versiones, siempre ha sabido esquivar con eficiencia su casi frío rostro e incluso ganando el Oscar en su primera versión.
Stallone es Rocky, perfecta simbiosis, personaje creado en mérito a sus carencias actorales, un tipo duro, con un cuerpo apolónico, amante del boxeo, semental italiano que ama a los animales y que vive una vida tranquila con sus seres queridos en un barrio marginal lejos de la fama. Hoy Stallone tiene casi 60 años, su cuerpo tiene las marcas de los años, sabe que el ídolo se esfuma y que por última vez debe darse un baño de popularidad que en realidad se lo merece.
Eso es Rocky Balboa, un homenaje al héroe ya entrado en años que no encuentra motivaciones por la muerte de su esposa y la lejanía en la relación con su hijo, y que arrastra las penas de sentirse olvidado y relegado por la vida. Por todo esto es que decide ingresar nuevamente al boxeo profesional actualizando su licencia a los 60 años, para dedicarse a pequeñas peleas. Sin embargo los empresarios venenosos arman una exhibición entre la leyenda y el campeón mundial, que es el antagonista de turno, odiado y vapuleado por no haberse fajado con retadores de su nivel.
Stallone vuelve a sus raíces que lo llevaron al estrellato alla por el 76, en donde Rocky era una historia bien contada de un boxeador que nace de la pobreza en las zonas marginales de Philadelphia y que en sus secuelas, se detalla la vida del pugilista pero más con fines comerciales que menos banales. En esta cinta Stallone trata de darle un digno final al semental italiano, lo hace humano y mas acercado a tratar de reconstruir su vida, por ello debemos decir que Rocky Balboa durante sus primeras tres partes es un incesante drama para explotar en su final con una pelea sangrienta y revindicatoria de la imagen del pugilista.
Una cinta hecha para los fans, una despedida de Rocky Balboa/Sylvester Stallone emotiva, más que una pelicula unitaria, una cinta que entretiene y que cierra el círculo de uno de los íconos del cine americano más importante de los últimos tiempos, el cual se marcha evidentemente con unos millones más en su cuenta corriente.
Efectiva y efectista película que se convierte en un homenaje más que una historia, el final es desesperantemente evocativo y condescendiente con la estrella que se apaga. Ahora se nos viene Rambo, espero que la cinta no termine con Stallone cargado por soldados iraquíes coreando su nombre, eso sí sería increiblemente ridiculo.
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