El deseo, las obsesiones mas recónditas del inconsciente han sido desde siempre fuente de tantas fascinaciones y causa de muchas preguntas aún por responder. Éstas son parte de un universo que va mucho más allá de lo concreto, de lo real, de aquello que concordamos en llamar la normalidad. Muchos han tenido como obsesión y filosofía este mundo paralelo tan cercano y a la vez tan extraño. Hubo muchos intentos por concebir en el emergente arte cinematográfico un estilo o representación de estas ideas. Ninguna había superado cierto afán impresionista hasta la insólita aparición de Un perro andaluz, producto de la creatividad exaltada de un joven español entusiasmado con el cine y sus posibilidades en la época de las vanguardias: Luis Buñuel. Aquí pueden ver el cortometraje en su totalidad, y aquí pueden leer mi crítica de la película.
Un perro andaluz, de Luis Buñuel
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5 respuestas
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[…] En el Perú, Fernando de Szyszlo se reúne con un grupo de amigos, después de su regreso de Europa, y filma un cortometraje experimental llamado “Esta pared no es medianera”, un trabajo sin ambición profesional, hecho a manera de juego de amigos que tiene mucha vinculación con dos películas: La edad de oro de Luis Buñuel y Pandora (con Ava Gardner) de Albert Lewin, además de tener referencias a Un perro andaluz, cortometraje realizado por Buñuel con Salvador Dalí. […]
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[…] Al avanzar la película, las referencias se acumulan no solo alrededor de cuentos clásicos o historias iniciáticas, sino también sobre el mismo cine (español) con citas a Un perro andaluz de Buñuel o Criacuervos de Saura, y sobre el último momento al mejor Borges de El milagro secreto o a El principito de Antoine de Saint-Exupéry. Si cierra acaso como un cuento de hadas cruel para niños grandes, de aquellos en los que la Caperucita era devorada por el Lobo, se despide recordándonos como corolario que la imaginacion puede ser más subversiva que cualquier guerrilla, a ella no le pueden poner grilletes. […]
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Mítico título de Buñuel y Dalí (cuando todavía colaboraban juntos), que dió fama mundial al genio de Calanda.
El surrealismo en estado puro, por medio de ensoñaciones de una gran fuerza visual.
Humor, socarronería, crudeza y violencia, siempre con dobles sentidos en cada escena, supone este pequeño pero gran film, una maravilla del séptimo arte, que aún hoy día no ha perdido un ápice de su grandeza y calidad.
Una joya imperecedera. -
Gracias por colgar este video!! te recomiendo (o les…) que cuelguen más de este tipo. Felicitaciones por tan buena voluntad!
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Una de mis películas favoritas! Has visto «La sangre de un poeta» de Cocteau?
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