Yo nunca tuve una. Tenía 6 años y empecé a armar mis videos caseros con una cámara Betamovie. Ahora, pienso, hubiese sido sumamente interesante iniciar mis hazañas videísticas con una Pixelvision, que era, literalmente, una cámara de juguete.
Sucede que en 1987, pleno auge del video, la Fisher Price no tuvo mejor idea que lanzar al mercado una cámara que cualquier niño pudiera utilizar. Se llamaba Pixelvision 2000 y grababa en cassettes de audio comunes y corrientes.
Como negocio, la cámara fue un fracaso, probablemente por los 100 dólares que te solicitaban para entregártela, precio bastante alto para se considerada un «juguete». La PXL 2000 grababa en blanco y negro, a 90 líneas de resolución y registraba, en cintas de audio comunes, una imágen grumosa, que ocupaba únicamente un pequeño espacio al centro de la pantalla.
Como se imaginarán, tan solo dos años después se dejaron de fabricar para, automáticamente, convertirse en objeto de culto para videoartistas y amantes del low-fi (baja fidelidad). Nombres como Sadie Benning revolucionaron el panorama del video utilizando esta, ahora, codiciada camarita que inclusive tiene su propio festival de cine, el Pixel this, donde, obviamente, el único requisito para participar es filmar en el adorado formato.
Los interesados ya saben que Ebay es siempre una genial opción y YouTube es el paraíso que alberga mucho material registrado en la pequeña. Igual, los dejo con un corto para que, inmediatamente, gocen con la hermosa textura del interesante juguetito.
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