Una nutrida delegación peruana participa a partir de hoy, en el Festival de Cine de Munich. Como parte de la sección «Visiones Latinoamericanas» de este evento alemán, participan siete cintas nacionales. Dentro del canon habitual del festival se presentan Mariposa Negra de Pancho Lombardi, La Prueba de Judith Vélez y Chicha tu madre de Gianfranco Quattrini, compartiendo pantalla con cintas argentinas como Nacido y criado de Pablo Trapero, El camino de San Diego de Carlos Sorín o con el inacabable Arturo Ripstein y su Carnaval de Sodoma.
Pero lo que realmente, es de destacar, es la participación del cine andino (o de provincias) dentro del festival. Se presentarán cuatro cintas representativas de este cine: El huerfanito de Flaviano Quispe, El Misterio del Kharisiri de Henry Vallejo, El Tunche de Nilo Inga y La maldición de los Jarjachas: Incesto en los Andes de Palito Ortega. Sobre las cuales, Klaus Eder, secretario general de la Federación Internacional de Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) e invitado del último ELCINE, extiende algunas palabras en la presentación de la sección (traducción libre a continuación).
Fue una sorpresa abrumadora. Esperaba un material más documental, filmes etnográficos sobre la vida de los pueblos andinos, de cómo viven los Indios (sic) hoy. Que, claro, tambien puede verse en estas cintas, por ejemplo en la historia de un muchacho que es mandado a la ciudad para comprar medicina para su abuelo enfermo (El huerfanito). Pero no es todo de lo que se trata esta sección. Para usar una terminología normal, estas son películas de horror. Lo que las hace especiales es el hecho que el horror viene de la propia mitología andina, de sus sagas y leyendas.
En El Tunche, el espíritu de la selva peruana, cinco estudiantes de medicina que están buscando plantas medicinales son amenazados por un monstruo mitológico. En El Misterio del Kharisiri, una criatura mítica extrae la grasa de los cuerpos de sus víctimas humanas. Y en La Maldición de los Jarjachas: Incesto en los Andes, dos medio hermanos comenten incesto y son convertidos en monstruos que se alimentan de sesos humanos. Esto puede sonar espantoso, pero parece que estas leyendas y mitos están vivos y vigentes, y forman parte integral de la cultura indígena.
Henry Vallejo, director de El Misterio del Kharisiri, se encuentra en tierras germanas como parte de la representación peruana. Esta importante oportunidad para que el cine de las regiones sea visto fuera de nuestros límites se ha dado gracias al esfuerzo de el Goethe-Institut de Lima.
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