Hemos recibido información sobre una inusual convocatoria. El departamento de márketing del Grupo Roky’s, es decir de los restaurantes de pollos a la brasa Roky’s, nos comunica que están organizando una muestra de cortometrajes bajo las siguientes características:
- La inscripción es gratuita.
- La temática es libre.
- Conforme vayan las inscripciones, se armarán los cronogramas de exhibición.
- Ellos se encargan de conseguir lo necesario para la proyección. Por lo pronto, un primer sitio para las proyecciones sería el local ubicado en Av. Venezuela 1180, Breña.
- Se contarán con «invitados especiales» en cada fecha.
- Los participantes recibirán un «certificado de participación».
- El participante de mayor aceptación en el público obtendrá un «reconocimiento especial».
Para mayor información comuníquense con:
Greys López Ch.
Grupo Roky’s – Dpto. Marketing
Telf. 412*7306 265-5830
supervisora_marketing@rokys.com
Esta convocatoria ya ha llamado la atención de realizadores locales, como es el caso de Sandro Ventura, el director de la olvidable Talk Show (no confundir con Sandro Venturo, el de Toronja). Ventura piensa que convocatorias como esta son un ejemplo más de las campañas de promoción que realizan cada tanto algunas entidades privadas, aprovechándose del trabajo creativo de otros -y de la falta de un verdadero «mercado de la exhibición de cortometrajes»-, sin remunerar o pagar regalías a los autores:
En el caso de la pollería Roky’s, exhibir cortos como parte de una estrategia de marketing parece adecuado y muy barato, comercialmente hablando. Comprar un proyector Sony de 2 mil lúmenes cuesta poco más de mil dólares, con ecran incluido. La inversión no es escandalosa y el rebote de prensa bastante conveniente. Además, el proyector queda o se vende luego. El contenido es gratis.
Una cadena de pollerías como Roky’s no podría ser más asolapada y al menos fijar un premio. Porque ojo hasta ahora no lo hay. Sólo un certificado de participación en dicho festival y un reconocimiento especial al participante de mayor aceptación en el público. ¿Reconocimiento especial? ¿De qué reconocimiento estamos hablando? ¿Un diploma más bonito? ¿Una porción de papas fritas? ¿Dos palitos de anticucho? ¿El trofeo el Pollo de Oro? No se pasen, pues. Disculpen, pero así como están planteadas las cosas no me parece algo que incentive el cine.
Veremos que tal le va a la gente de Roky’s con esta muestra, y si finalmente el mencionado «reconocimiento especial» llega a ser lo suficientemente atractivo para los cortometrajistas interesados en participar.
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