No podíamos dejar que pase el día sin rendir un breve homenaje a uno de los cineastas fundamentales de Hollywood y el mundo artístico estadounidense. Elia Kazan fue propiciador y testigo de varios de los cambios que se dieron dentro de la gran industria a partir de la postguerra. Los elegantes héroes de antes se transformaron bajo el molde de Kazan en personajes inconformistas, inmaduros, hasta desaliñados.
Toda una respuesta generacional de la que se sirvió el director para crear grandes dramas en los que se fusionaban sus ideas de la representación realista, o histórica, con un aliento lírico y a la vez espectacular. Causas sociales, momentos críticos del devenir de la sociedad de su país, sostenidos por los más personales conflictos del ser humano. Todo filmado con maestría pero también con nerviosismos. Arrebatos de violencia, rupturas familiares, nostalgia.
De todas sus películas tal vez la mejor sea Esplendor en la hierba, de ella extraemos este inolvidable momento final. Ya tendremos oportunidad de hablar más de Elia:
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