Aviso: este texto contiene ligeros spoilers. Léanla bajo su propio riesgo.
Los Hermanos Russo son lo mejor que le ha podido pasar al Universo Cinematográfico de Marvel. Al principio, algunos creímos que había sido el gran Joss Whedon —su primera película de los Vengadores fue notable al juntar a tanto héroe conocido y superpoderoso para una aventura divertida y altamente destructiva. Sin embargo, su Vengadores: Era de Ultrón, aunque entretenida, fue una película menor, especialmente comparada al Capitán América y el Soldado de Invierno de los Russo.
Verosímil, emotiva, y llena de acción, esa segunda entrega del buen Capitán se sentía más como un thriller político al estilo de las películas de Bourne, que una típica cinta de superhéroes. A pesar de haber trabajado principalmente en series de televisión cómicas (como «Community»), Joe y Anthony Russo demostraron que eran unos maestros escenificando secuencias de acción, y lograron mezclar violencia, intriga, humor y una historia interesante para desarrollar una de las mejores entregas del MCU (las siglas en inglés del Universo Cinematográfico de Marvel).
De hecho, a dicho filme le fue tan bien tanto con la crítica como con el público, que Marvel decidió darle a los Russo las riendas de sus películas más complejas: las dos entregas de Los Vengadores: La Guerra del Infinito (la épica culminación de las primeras cuatro fases del MCU), y Capitán América: Guerra Civil, la cual serviría como una prueba de su habilidad para combinar tramas y subtramas por doquier, y una gran cantidad de personajes, desde héroes hasta villanos y civiles en roles menores.
«Capitán América: Guerra Civil» es una película innegablemente épica, llena de batallas intensas y de gran escala (como deben imaginarse, hay un combate central en el que todos los héroes se ven involucrados), pero también contiene un elemento emotivo que funciona a la perfección, caracterizaciones simples pero efectivas, grandes efectos especiales, y un tremendo sentido del humor. Me gustó más que «La Era de Ultrón»; es la mejor película de Marvel desde -lo adivinaron- «El Soldado de Invierno».
Por todo lo que hemos podido apreciar en los trailers, muchos creíamos que la película iba a ser algo así como un Avengers 2.5, y que el título de Capitán América estaba ahí únicamente porque… bueno, solo Marvel lo sabría. Habiendo visto el filme, sin embargo, entendí porque Kevin Feige y compañía decidieron hacer de esta historia una secuela de «El Soldado de Invierno» y no una nueva película de Los Vengadores: el foco de la trama, claramente, está en Steve Rogers (Chris Evans) y en todo lo que pudimos ver en la película previa de los Russo.
¿Por qué es que los Vengadores se dividen en dos grupos, uno liderado por el buen Capitán, y el otro por Tony Stark (Robert Downey Jr.), alias Iron Man? Pues resulta que los eventos de Los Vengadores (la batalla de Nueva York), El Soldado de Invierno (la batalla final en Washington), Era de Ultrón (la pelea en Sokovia) y, en esta película, una notable escena de acción en Lagos, Nigeria, trajeron consigo graves consecuencias: hay gente que ya no confía en los héroes, y más bien cree que son un peligro para la humanidad.
Debido a esto, el General Ross (William Hurt llama los Vengadores y les propone firmar el Tratado de Sokovia. Dicho documento, aprobado por 117 países, propone regular a los superhéroes a través de un comité de las Naciones Unidas, para que no se lleven a cabo más desastres. Stark, culpable debido a la muerte de un chico inocente en Sokovia, está de acuerdo con esta moción, pero el Capitán América se rehúsa a firmar. El primero es apoyado por Ojo de Halcón (Jeremy Renner), Sharon Carter (Emily Van Camp), agente norteamericana y sobrina de Peggy Carter (Haley Atwell), el Halcón (Anthony Mackie), Bucky Barnes (Sebastian Stan), Ant-man (Paul Rudd), y la Bruja Escarlata (Elisabeth Olsen).
Por el lado de Iron Man, tenemos a War Machine (Don Cheadle), la Viuda Negra (Scarlett Johansson), Pantera Negra (nuevo personaje interpretado por Chadwick Boseman), la Visión (Paul Bettany), y último pero no menos importante, al Sorprendente Hombre Araña (Tom Holland), quien esta vez es un chico de no más de 15 ó 16 años, que vive con una Tía May bastante más joven y… atractiva (interpretada, por supuesto por Marissa Tomei).
El conflicto de la película está expertamente realizado. Entendemos por qué cada bando tiene su propio punto de vista, y por qué está dispuesto a luchar para defenderlo. Tony Stark es un personaje profundamente imperfecto, alguien con buenas intenciones que ha cometido varios errores (véase La Era de Ultrón, por ejemplo) y que quiere corregir las cosas debido a la culpa que siente.
Por otra parte, el Capitán América es alguien que simplemente quiere hacer lo correcto y que entiende que siempre habrá daño colateral, y que después de la infiltración de HYDRA en SHIELD, no confía en nadie más que los héroes para combatir el mal. Las motivaciones de los personajes son claras, y el choque entre héroes es presentado de tal manera (gradualmente, como consecuencia de eventos que hemos visto tanto en esta película como en las anteriores) que uno puede creer que estos personajes, antes compañeros de batalla y amigos, terminarían peleándose tan violentamente.
Muchas comparaciones se han hecho entre esta cinta y Batman vs Superman: El Origen de la Justicia. Después de todo, son dos películas estrenadas por compañías rivales en fechas muy cercanas. No quiero comenzar una nueva discusión sobre quién es mejor, si Marvel o DC Comics; el simple hecho es que ambas cintas tienen propósitos similares, por lo que mi breve comparación involucrará un comentario sobre la estructura de sus respectivos guiones, el desarrollo de sus personajes, y el tono de las películas, y no la superioridad de una empresa (o unos héroes) sobra otra.
En pocas palabras: aunque no odié Batman vs Superman tanto como otros críticos (hubo varios momentos que me dejaron con los pelos de punta), debo admitir que Capitán América: Guerra Civil es, en general, un producto superior. Consideren, por ejemplo, la manera en que los nuevos personajes son presentados en cada película. Mientras que la Mujer Maravilla protagoniza escenas aisladas de la trama principal, viendo ridículos videos en su laptop en los que introducen de manera forzada a otros héroes como Aquaman o Flash; Capitán América presenta a Pantera Negra y Spider-Man de manera mucho más orgánica en la trama.
Pantera Negra es parte del conflicto principal desde la primera escena en la que aparece: quiere vengarse del Soldado de Invierno porque cree que él mató a su padre. Y Spider-Man es reclutado por Tony Stark para pelear contra el otro equipo de héroes. El primero es caracterizado de manera sobria, como alguien serio y elegante (después de todo, es un rey), mientras que el segundo me dio esperanzas de que la recién anunciada «Spider-Man: Homecoming» puede funcionar. El Spider-Man de Tom Holland es un chico hablador, muy divertido y carismático, diferente a lo que hicieron tanto Tobey Maguire como Andrew Garfield, pero muy fiel a lo que uno puede encontrar en los cómics.
Y bueno, también está el asunto del tono del filme. He leído muchos comentarios en internet manifestando que «Civil War» contiene demasiados chistes, que es ridícula por momentos y que las líneas de diálogo cursis son excesivas. Pues no puedo estar de acuerdo con eso. «Guerra Civil» es, en general, seria; después de todo, nos cuenta sobre la división de un grupo muy unido de héroes, sobre una pelea emotiva entre amigos, sobre la muerte de los padres de Tony Stark, y sobre las consecuencias de las impresionantes batallas que hemos visto en películas anteriores de la MCU. Hay peleas violentas, muertes súbitas, e incluso un intento de suicidio. Las líneas graciosas sirven para que la película no se vuelva demasiado oscura, para aligerar la tensión cuando sea necesario pero, más importante, para divertir. Prefiero una película de este estilo que un tono excesivamente oscuro, deprimente, y carente de carisma como el de Batman vs Superman.
Robert Downey Jr. nos entrega a un Tony Stark bastante más serio, lleno de culpa y remordimiento. Todavía es carismático, y todavía es capaz de ser sarcástico y bromista, pero a la vez uno siente que ha madurado. Como Steve Rogers, Chris Evans logra desarrollar a un personaje que realmente cree estar haciendo lo correcto, que aparentemente es incapaz de pensar que, quizás, está equivocado, y que contra todo pronóstico, podría tener un ego más grande que el de Stark.
Scarlett Johansson sigue demostrando lo perfecta que es como una heroína fuerte y aguerrida (sus escenas de pelea son impresionantes); Sebastian Stan es el centro del conflicto entre Iron Man y el Capitán, lo cual quiere decir que no le dan una personalidad demasiado compleja a su Bucky Barnes; Anthony Mackie es divertido y simpático como Falcon; Don Cheadle va mejorando, haciéndonos olvidar cada vez más que Terrence Howard pudo haber aparecido en esta película; Jeremy Renner, como Ojo de Halcón, tiene un rol pequeño pero importante; Paul Bettany interpreta a Visión como alguien que se está humanizando poco a poco, incluso desarrollando sentimientos románticos hacia alguien; Elizabeth Olsen hace lo que puede con un personaje (Scarlet Witch) al que le falta algo de dimensión; Paul Rudd es muy divertido como Ant-Man (quien, dicho sea de paso, tiene una gran sorpresa bajo la manga); Chadwick Boseman es intimidante como Pantera Negra (y hace que uno tenga ganas de ver su eventual película); Tom Holland es el Spider-Man perfecto; Emily VanCamp resalta como Sharon Carter; Daniel Brühl es sutilmente intenso como Zemo, un nuevo villano, y Frank Grillo, como Crossbones, es partícipe de una memorable batalla al principio del filme.
A nivel técnico, la película destaca. A diferencia de Joss Whedon, quien prefería presentarnos combates muy espectaculares, llenos de explosiones y destrucción masiva (sin llegar a los excesos de alguien como Michael Bay), los Russo trabajan a una escala menor, favoreciendo las peleas mano a mano, y coreografiando sus combates de manera realista y muy intensa. No obstante, esto no quiere decir que la película carezca de momentos épicos, como la batalla central en el aeropuerto. Todo superhéroe tiene su momento para brillar, aunque Ant-Man y Spider-Man son los que verdaderamente destacan. Los efectos visuales son excelentes, como se deben imaginar, pero la banda sonora compuesta por Henry Jackman es decepcionantemente genérica y olvidable.
«Capitán América: Guerra Civil» es de las mejores películas de súperheroes porque trata de hacer algo diferente. El choque entre dos equipos de héroes es algo que no hemos visto en el cine antes, y las consecuencias del mismo, tienen como resultado un futuro con infinitas posibilidades, las cuales me imagino veremos en pantalla cuando se estrenen las dos películas de Guerra del Infinito. Combinando tensión con comedia, acción de la buena con una trama interesante, y ofreciendo buenas actuaciones, Guerra Civil es todo lo que esperaba y más. Veremos si es que algunas de las siguientes películas de esta cuarta fase de la MCU (Doctor Extraño, Guardianes de la Galaxia Volumen 2, Spider-Man: Homecoming, Thor: Ragnarok, Pantera Negra, Vengadores: Guerra del Infinito, Partes 1 y 2, Ant-Man y la Avispa, y Capitán Marvel) logran superarla, o si logran construir algo interesante sobre la base establecida por este notable filme.
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