Solo le han bastado 4 largometrajes al estudio Laika para consolidarse como uno de los más innovadores y sorprendentes en el campo de la animación. Tras las estimables Coraline y la puerta secreta, «ParaNorman» y «Los Boxtrolls», ahora se superan a sí mismos con su obra más lograda hasta la fecha: «Kubo y la búsqueda del samurái» («Kubo and the Two Strings»).
Kubo es un niño narrador de cuentos que ha heredado la valentía de su padre samurái y la magia de su familia materna. Cuando aparecen unas brujas perversas en el pueblo de Kubo, para quitarle el único ojo que le queda, él huye y emprende un viaje para hallar una armadura mágica junto a Mono y Escarabajo, sus aliados y protectores.
El relato atrapa nuestra atención desde un inicio, con su logrado equilibrio entre drama, aventura y algunos toques de comedia. Incluso los personajes de Mono y Escarabajo, que en un inicio parecen cumplir la función de aportar el toque cómico, terminan revelando secretos que los vuelven piezas indispensables en la estructura narrativa.
En paralelo con las aventuras que Kubo vive, el guion nos involucra también en las historias que él le narra a los habitantes de su aldea y que se van entrelazando con sus propias vivencias. Los relatos que él cuenta no llegan a un punto final, sino que se mantienen en suspenso pues son obras inconclusas, cuyos capítulos más emocionantes están siempre por venir.
El estudio Laika se caracteriza por realizar sus cintas con la animación stop motion, que requiere la animación de figuras cuadro por cuadro, todo un trabajo digno de artesanos con mucha paciencia y creatividad. En esta ocasión, logran un nivel de animación deslumbrante, de una belleza que evoca cálidas sensaciones. Por ejemplo, cuando Kubo narra sus historias, las hojas de papel cobran vida y se convierten en figuras en movimiento, lo que conforma un espectáculo mágico.
La trayectoria de Kubo y su familia está marcada por tragedias, pérdidas, sacrificios y enfrentamientos, lo que le impregna al personaje de la madre una tristeza incontenible. Por eso, la profundidad dramática de la película puede resultar un poco difícil de comprender para niños más pequeños, aunque tampoco se llega al nivel de crueldad que se ve en las cintas de superhéroes. Incluso hasta el tema de la muerte es tratado con mucho respeto y dignidad.
Es una lástima que solo se hayan estrenado copias dobladas al castellano en nuestras salas de cine, pues hemos perdido la oportunidad de oír a los actores que prestan sus voces en la versión original: Charlize Theron, Rooney Mara, Matthew McConaughey, Ralph Fiennes, entre otros. Este año, otras cintas de animación sí llegaron a nuestro país con algunas copias subtituladas y puedo dar fe de que casi siempre tienen un público cautivo (generalmente adulto) que busca estas versiones.
«Kubo y la búsqueda del samurái» representa un doble homenaje. Por un lado, al don que tienen los narradores para construir mundos fascinantes con el poder de la imaginación. Y por otro lado, es una celebración de los valores que distinguen a los héroes japoneses: el coraje infatigable, el honor y la compasión, como paso necesario para sanar y crecer. Sin duda, estamos ante la mejor película animada en lo que va del año.
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