Una de las películas peruanas que se estrenarán en la competencia oficial del 21° Festival de Cine de Lima es el documental «Todos somos estrellas», ópera prima de Patricia Wiesse.
Este filme nos presentará un descarnado e íntimo retrato del cineasta Felipe Degregori, quien ha decidido dejarse cubrir por el olvido, tras la muerte de su querido hermano, Carlos Iván, uno de los más destacados científicos sociales peruanos de su generación. La directora Patricia Wiesse se adentrará entonces en el refugio personal de Felipe, para intentar descubrir los demonios y temores que atormentan al recordado director de filmes como «Abisa a los compañeros» o «Todos somos estrellas».
Patricia Wiesse Risso es comunicadora, ha trabajado en ONG participando en proyectos de desarrollo y derechos humanos. Se ha especializado en la realización de reportajes escritos, y para la televisión en Canal N, donde realizó cerca de 200 reportajes.
Sinopsis: Han pasado cinco años desde la muerte de su hermano Carlos Iván y Felipe Degregori recién se anima a destapar la caja de Pandora. Así empieza este relato íntimo de un hombre completamente desencantado que vive encerrado en un garaje, entre recuerdos sombríos y el fantasma de la culpa. Aunque su parálisis es mucho más antigua: se relaciona con su carrera cinematográfica, con la quiebra de su empresa de cine, con su desilusión política, con el fracaso de su generación por frenar la violencia en el país y con su orientación sexual.
Aquí pueden ver el tráiler de «Todos somos estrellas», y debajo una conversación que sostuvimos con la directora:
Patricia, ¿cuál es tu relación con Felipe Degregori? ¿Desde hace cuánto tiempo lo conoces?
Conocí a Felipe antes de la formación de la productora BuenaLetra, por cuestiones de trabajo. No recuerdo cuándo exactamente, pueden ser hace quince años. [N.E.: BuenaLetra es la empresa productora de este documental, conformada por Jenny Velapatiño, Felipe Degregori y Patricia Wiesse]
Desde el primer momento hubo mucho respeto y confianza mutua. Luego cuando muere Carlos Iván Degregori, con quien tuve la suerte de realizar algunos videos sobre las reformas que proponía la Comisión de la Verdad, tenemos un mayor acercamiento. A partir de ese momento voy descubriendo el otro lado de Felipe el amable y buena gente. Descubro su desencanto, su ironía, su soledad, su lado autodestructivo.
¿Y cómo es que surge en ti el interés por hacer este documental?
Yo le tenía cariño a su hermano Carlos Iván, me parecía una persona entrañable y un profesional de primera. En BuenaLetra siempre comentábamos que sería bueno hacer un documental sobre él. La idea fue madurando, pero yo tenía claro que no quería hacer un homenaje con sus amigos y otros intelectuales hablando sobre sus aportes al país. Y cuando busco a Felipe para conversar sobre su hermano, descubro que el personaje es él. Lo encontré viviendo en un garaje adaptado en el Rímac, rodeado de cajas de su hermano que después de cinco años no había podido abrir. Cuando le propuse la idea aceptó, pero no sé si se imaginó cuánto del él iba a descubrir la película. Llegó a desnudarse dignamente.
¿De qué trata el documental?
Es la historia de un hombre totalmente desencantado, que se ha automarginado. Vive en el Rímac completamente solo y recibe de vez en cuando la visita de algunos jóvenes del barrio. Su hermano exitoso y querido ha muerto hace cinco años y él no logra procesar el duelo. Yo entro a su mundo, él acepta mi ayuda, comenzamos a abrir la cajas de su hermano y los recuerdos que guarda comienzan a aflorar. Habla de la infancia de ambos, de sus padres, de su carera cinematográfica que se truncó bruscamente a diferencia de la de su hermano, la pérdida de utopías de toda una generación que creía en el cambio político, y de su complicada sexualidad.
Con este filme intento transmitir la desesperanza de mi personaje, su autohundimiento en un pozo oscuro, mi preocupación porque no sé si logrará salir de él.
¿Cómo está estructurado el documental? ¿Son todos testimonios y registros de Felipe?
Comienza con el viaje a Pucurí, la tierra de sus padres, a la que Felipe llega a dejar las cenizas de su madre y de su hermano. Este fue un viaje que los dos hermanos habían planeado, pero la enfermedad de Carlos Iván les impidió cumplir con ese deseo. Luego todo ocurre en el espacio claustrofóbico donde vive. La acción de abrir las cajas e ir recordando es la que logra unificar este relato íntimo.
El único personaje principal es Felipe. Y hay una sola secuencia en la que aparecen sus amigos en una reunión que él organiza para ellos.
¿En qué fechas realizaste el registro?
Ganamos el concurso de DAFO el 2015 y filmamos en junio del 2016. Antes de eso tuvimos una etapa de investigación y entrevistas con Felipe. Unos días antes de empezar la filmación Felipe se enfermó -todo indica que fue algo psicosomático- y tuvimos que posponer la filmación un mes. Yo creo que él tuvo miedo porque se iban a remover muchos aspectos no resueltos de su vida. Pero al final sacó fuerzas de flaqueza y los días que filmamos (10 aproximadamente) fluyeron sin problemas. Después quedó agotado y se volvió a encerrar en su mundo.
¿Qué materiales de archivo se utilizaron?
Hemos utilizado fotos antiguas que encontré hurgando en las cajas de Carlos Iván. Felipe me autorizó a mirar todo y utilizar lo que me pareciera que podría servir. Fue duro porque a veces me sentía como una ladrona que mete la mano donde no debe. También usamos fragmentos de las películas de Felipe, «Abisa a los compañeros», «Todos somos estrellas» y «Translatina».
Funciones:
Sábado 5 – 7:30 p.m. – Sala Azul CCPUCP (Con conversatorio)
Viernes 11 – 7:00 p.m. – Cineplanet Alcázar
¿Felipe ha podido ver el documental terminado?
No, no ha visto el documental terminado. No sé si lo quiera ver, a pesar que, como repito, es un retrato muy digno el que he hecho de él. Yo creo que si algún día se anima, va a estar contento con el resultado.
¿En qué medida tu experiencia periodística te ha servido para esta incursión en el documental?
La experiencia en el periodismo me ha servido mucho. Yo estudié Comunicaciones en la Universidad de Lima y llevé todos los cursos de cine que había en la currícula. Me volví una consumidora de buen cine; no diría que soy cinéfila. Pero me fui por el lado del trabajo social y político y mi vida laboral se enmarcó en la comunicación para el desarrollo y luego en el audiovisual, que combiné con el género del reportaje. Hice más de 200 reportajes televisivos para un programa que se transmitía en Canal N, «Sin rodeos». Ahí aprendí a asociar la palabra con la imagen, a hacer estructuras, a desechar la información innecesaria. Pero me quedó la frustración de siempre tener que pensar en la duración de cada byte, de no poder contar las historias que quería, en desperdiciar la riqueza de los personajes que fui encontrando en el camino.
Todos somos estrellas (2017)
Ficha técnica
Guión y Dirección: Patricia Wiesse Risso
Producción General: Jenny Velapatiño
Dirección de Fotografía y Cámara: Lino Anchi león
Edición: Pedro Bronzoni
Asistente de Dirección: Rodolfo Gonzales Del Rosario
Música Original: Pedro Nejo
Sonido Directo: David Zúñiga
Diseño de Sonido y Mezcla: Edgar Lostanau
Digital Imaging Technician: Emiliano Valdelomar
Gaffer: Freddy Quispe Peña
Script: Sonia Llosa
Asistentes de cámara: Juan Pablo Reyes /Kenty Aguirre
Técnico de Luces: Juan carlos Ballón/ Paulo Quispe Peña/Julio Luján
Músicos: Alonso Bermejo/David Carranza/Alonso Bentín/Pedro Nejo
Ambientación: Claudia Barrantes
Foto Fija: Antonio Rujel-Herrera
Vídeo Assist: José Mario Guivar/Eric Del Águila Mori
Asistentes de Producción: Claudia Barrantes/Laura Cabezudo/Rodrigo Carpio
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