La 4ta muestra nos presenta cuatro de los trabajos del famoso cineasta francés Jean Rouch.
Autor de una basta obra que ronda 120 títulos, descubrió su pasión por el cine en los films de Robert Flaherty y Dziga Vertov, que le enseñaron a utilizar la cámara como instrumento para descubrir el mundo.
Para Jean Rouch casi no existió ninguna frontera entre los filmes de ficción y los documentales. “…El cine ya es en sí el arte de dos cosas al mismo tiempo, el movimiento entre el mundo real y el mundo de la imaginación; es en este punto donde se encuentra la etnografía la cual estudia los sistemas de otros, en un continuo ir y venir entre mundos conceptuales.”
Rouch abordó el documental desde distintos ángulos atacando directamente el acostumbrado modo de objetivar cuestiones metodológicas que son relevantes tanto para la etnografía como para la filmografía. Para él era importante la manera como el cineasta cambia el fenómeno de lo que esta observando. Más que realismo de la realidad el problema es tratar de poner en escena la realidad que uno entiende.
Este director francés también fue uno de los padres fundadores del llamado «cinéma direct», que con técnicas ligeras y no invasivas propuso un contacto directo con el hombre, un cine que luego encontraría sus mejores discípulos no sólo en el documental (como Raymond Depardon) sino que también dejaría su huella indeleble en el campo de la ficción, para borrar las fronteras entre ambos.
Fue así como su cámara registró los principales acontecimientos del siglo XX, como la Guerra Civil Española, la Segunda Guerra Mundial, el Mayo francés. En 1941 visitó por primera vez África, y su fascinación por esta región misteriosa e ignorada influyó en gran parte de su obra.