LA ESCUELA DEL CUSCO: Manuel Chambi
La escuela del Cusco aparece bajo una sombra cinematográfica marcada por una producción pobre en los años 40 que solo se mantenía a flote gracias al Noticiero Nacional; además de esto el centralismo que ya se vivía hizo que conociéramos gran parte del Perú andino por fotografía sin embargo, para 1955 Manuel Chambi hijo del histórico fotógrafo Martín Chambi puso en escena por primera ves este mundo andino.
«Corpus Christi» fue el primer trabajo de Manuel Chambi; este fue el primer paso de lo que por primera vez sería llevar a la pantalla grande el universo andino en el que su gente y su lugar debutaban en el cine más allá de las noticias.
Ese mundo hasta ese momento desconocido en el cine peruano era presentado por una agrupación de cortometrajistas, que tenía entre las figuras más características a Manuel Chambi, Eulogio Nishiyama y Luis Figueroa.
Este trío dirige entre 1956 y 1960 una serie de cortos documentales que rescataban en su mayoría las fiestas patronales, las tradiciones más emblemáticas de cada población, y así salieron a la luz del proyector obras de Chambi como Carnaval de Canas, Lucero de nieve, Corrida de toros y cóndores (ambas al alimón con Nishiyama) o Las piedras (codirigida con Luis Figueroa) sobre arquitectura preincaica, incaica y colonial.
Lo más importante de la escuela fue el propósito que tenía y es que después de lograr una un auge en la literatura y pintura por los años 20, Manuel Chambi y los otros miembros de la escuela querían reinvindicar su mundo indigenista a través de imágenes y lo hicieron como un modo de descubrirlo, contemplarlo y celebrarlo.
Manuel Chambi nos muestra a través de sus documentales como la importancia de un cine de observación de la realidad del campesino.