1. La perrera es más cruel que 25 Watts
Manolo cuéntanos, antes de La perrera hiciste un cortometraje en el 2000 titulado Nico y Parker.
Sí, lo del cortometraje fue como entrar al mundo del cine, fue como mi pase de entrada. Cuando terminé de hacer el corto que lo dirigí con Diego Fernández, mi novia se fue a vivir a España y yo viaje con ella con el corto bajo el brazo, eso fue lo que me permitió moverlo allá, lo presenté a un par de festivales donde en algunos me fue muy bien y como no tenía trabajo exploté el corto todo lo que pude. Lo logré pasar en la Televisión Española, lo estrené en las salas comerciales, todo lo que pude hacer con el corto lo hice y también a raíz de eso entré en contacto con mucha gente que luego me ayudó con La perrera, que si bien fue un proyecto que ya tenía vagamente escrito acá antes de viajar, lo armé en España en un momento de desesperación en que no tenía trabajo y tenia que hacer algo, pues ya no podía chupar más a mi novia. Lo presenté a una serie de fondos de desarrollo y entre que lo presente y los fondos respondieron positivamente todo colapsó en España y volví a Montevideo, y cuando volví me di con la noticia que los fondos apoyaban y para mi fue como una señal muy fuerte de que mi lugar era Uruguay, que tenía que hacer la película acá y que ya tenía que dejar de viajar y probar suerte por otro lado.
En ese momento ya estabas con la gente de Control Z (empresa productora de Pablo Stoll y Juan Rebella)
No, después del rodaje de Nico y Parker, que se filmó a finales de 1999, yo trabajé como asistente de dirección de 25 Watts. Yo ya conocía a Pablo y Juan de la universidad, ya éramos viejos amigos de trabajar juntos en la universidad, de ver pelis, no sé, de la vida. Entonces hice 25 Watts, terminé el corto, me fui para España y cuando volví, retomé la escritura de La perrera pues tenía solo 20 páginas. En medio entró Whisky, se filmó Whisky, yo no conseguía fondos para La perrera, luego me fui de asistente de dirección de Los muertos y cuando regresé ya comencé la preproducción de la película.
El lugar donde transcurre la película es una zona donde tu has vivido que se llama «La Pedrera» ¿no?
Si, yo veraneé toda la vida ahí desde chiquito y la historia de la peli yo la tomé de la historia de un gran amigo que se fue a vivir allá y después de un tiempo para que el padre que estaba muy preocupado y para que no estuviera “al cohete” le impuso que tenía que construir una casa. Pero a mi amigo no le tomó un año como en la película, le tomó 3 años construir la casa, incluso se fue de «La Pedrera» antes de terminar la casa. En ese aspecto la película no exagera en ningún aspecto, ni en ese, ni en la pintura del pueblo porque aunque parezca mentira «La Pedrera» es mucho más sórdida de lo que la película muestra.
¿Crees que tu película tiene muchas cosas comunes con 25 Watts?
Esas comparaciones me las señalan siempre, pero creo que van más por un tema generacional, me refiero a que los personajes de las dos películas, comparten la misma edad y también cierta boludez, ante la vida y bueno, yo trabajé en las películas de ellos y bueno tengo una influencia fuerte, pues aprendí a hacer cine con ellos. Pero creo que si se observa bien La perrera, está estilísticamente lejos de 25 Watts y Whisky, y sí, comparte ciertas cosas comunes, cierto laconismo, cierto humor negro.
La perrera es más cruel que 25 Watts, que es más inocente, es un humor más urbano, esta es una película más rural, más brutal, en ese sentido los personajes no son tan sutiles ni los diálogos son tan sutiles como 25 Watts, no…
Escuché que el rodaje se desarrolló en etapas. ¿Eso fue por cuestiones de presupuesto o así habías armado tu plan de rodaje?
Este esquema de rodaje fue del propio guión, el guión se escribió pensando que la película se iba a filmar en diversas etapas, durante la escritura del guión y durante la película, la justificación era que yo quería construir una casa de verdad, lo que efectivamente se hizo, se compró un terreno en el balneario y la casa que se ve, no es un set, es una casa que se fue construyendo de verdad para la película. Y bueno, que si la película fracasaba y nos endeudábamos, ya teníamos un lugar donde vivir (risas)
Entonces también la idea o el desafío, era respetar el proceso constructivo, de una casa de ese tipo, hecha por una persona que no sabe construir y los meses que le llevaría, y adaptar los procesos fílmicos a ese proceso de construcción. Entonces las diferentes etapas de construcción, se fueron trabajando de diferentes formas, por eso también se filmó en etapas. Primero hubo que hacer que esa zona de construcción, que se ve al inicio parezca abandonada, meses antes hacer los cimientos y abandonarlo, para que el paso del tiempo diera la apariencia que se hubiesen iniciado hace 8 años. Entonces se construía un poco y se filmaba. En la última etapa coincidía con que la casa crece rápida y descontroladamente entonces filmábamos un día de construcción, un día otra cosa, y mientras filmábamos esa otra cosa y se seguía avanzando para que al volver a la construcción se pudiera ver un poco más avanzado. Bueno eso fue un poco difícil en la última etapa de rodaje.
Pero también aparte de acompañar la filmación al proceso constructivo, había un tema de querer retratar de forma fiel el paso del tiempo, en cuanto al entorno y en cuanto al personaje. Es una película muy elíptica, entonces necesitábamos elementos claros y sutiles a la vez, no queríamos poner un cartel que diga 8 meses después. Sutiles en el sentido, de que en determinados momentos, ves que el personaje creció y que pasó el tiempo a través de su fisonomía y en segundo plano, de una forma mucho más sutil, a través del entorno, del paisaje y de la luz que uno siente, que es más diferente en abril, en agosto y en diciembre.
Además era una película desde un principio difícil de financiar, no sólo por ser una ópera prima, sino porque había muchas decisiones riesgosas, como trabajar con gente del lugar, construir la casa de verdad y filmar al mismo tiempo. Entonces cuando empezamos a filmar teníamos dinero sólo para 2 semanas de rodaje, después de 2 años de buscar financiación la comenzamos a filmar sólo con fondos de desarrollo, nunca conseguimos un fondo de producción, y ese esquema que habíamos armado sirvió también para la financiación, en el sentido que filmábamos, mostrábamos el material, conseguíamos dinero para el segundo tramo filmábamos y otra vez buscar financiación para el tercer tramo, filmamos y después buscar financiación para la postproducción.
- La perrera es más cruel que 25 Watts
- La película para mi fue un proceso de aprendizaje
- Quiero vivir un tiempo sin cine