Entrevista con Palito Ortega, cineasta ayacuchano (pt. 2)

2. Cine de provincia: Un acercamiento directo de lo que significa la cultura de estos lugares

¿Te gusta esa definición de cine de provincia?
Evidentemente el concepto todavía no está definido, lo siento cuando mucho se habla de cine provinciano o cine andino, y pues a veces suena como que lo dicen de una manera despectiva. Tenemos que entender o en todo caso buscar la denominación correcta para que esto no suene como excluyente. Pero sí, también es bueno etiquetar la procedencia, eso es otra cosa; pero la formula que se ha usado últimamente me parece que ha sido un tanto excluyente, despectivo, básicamente. Pero yo, hasta el momento, considero y digo que es cine peruano. Porque cine ayacuchano, cine provinciano, cine barranquino, cine miraflorino, cine de Comas, no existe eso, existe un cine peruano. Si sacamos nuestras películas fuera del país, no voy a decir que es cine ayacuchano o es un cine juliaqueño, no pues, es un cine peruano, cine nacional. Claro, dentro de la geografía peruana es bueno definir la procedencia, hecho por tal en tal lugar.

En estos últimos años, ha ido creciendo la producción en el país, películas limeñas, cajamarquinas, huancaínas. ¿Has podido verlas?
Sí

¿Tú ves conexiones entre estas películas o sientes que hay más diferencias que similitudes?
Bueno, hay un cierto parecido por las locaciones, básicamente, los andes. Entre los que estamos cerca de estos trabajos sentimos que hay una lejanía de un trabajo hecho en Ayacucho que de un trabajo hecho en Puno, por ejemplo, porque se manejan distintos patrones culturales; además distintos idiomas, por ejemplo, yo he visto la película de Henry Vallejo (El gran pueblo Aymara) y en Ayacucho no se habla el aymara, se habla el quechua. Además de eso, los puntos de vista de cada director son distintos, pero una persona que no tiene un acercamiento directo o un conocimiento de lo que significa la cultura de estos lugares, como un limeño, va a pensar que es lo mismo, pero yo como estoy involucrado en esto, siento una diferencia total entre estas películas.

Yo veo que casi la mayoría de películas que se hacen fuera de Lima hablan de temas sociales, problemáticas de su zona; por ejemplo, en tu caso hablas de la violencia política, las de Marreros se van por los temas de la lucha del pueblo contra la explotación minera y también por el otro lado, lo místico Qarqacha y Karishiri, no estoy diciendo que nadie está imitando a nadie, pero se centran en sus tradiciones, leyendas.
Eso es bueno, es el rostro del cine. Pero que está pasando, si hablamos de esas cosas de tocar temas míticos, por qué los de Lima no tienen esa concepción y un interés mayor por esa diversidad de culturas que existen y un poco acercarse. De hecho, entendemos que la gente que hace cine en Lima tiene mayores recursos, siempre están a la búsqueda de premios, financiamientos que son abismales comparando con los costos de producción que se hacen en provincia. Teniendo yo esa capacidad económica, estos temas, por ejemplo, de Qarqacha, Karishiri podrían competir muy bien con Freddy Kruger que es un personaje de terror y Qarqacha y Karishiri también son personajes de terror; entonces, complementando la economía, la tecnología con un buen trabajo de dirección, producción, en fin, estos trabajos podrían significar una gran presencia en el cine mundial.

¿Cómo ves tu cine? ¿Ya no en términos artísticos sino referente a temas de producción?
En principio el cine peruano no está industrializado todavía, es un cine más de arte, de hecho el cine se hace con bastante pasión, con bastante ganas; o sea, dentro de esto no hay un gran manejo económico para llamarlo industrial. Entonces, lo que nosotros hacemos es básicamente tratar de que nuestro trabajos sean difundidos en CD y recuperados su costo de producción para seguir haciendo nuestros trabajos, de esta manera financiamos película tras película.

¿Sientes como que esa ha sido la debilidad de este tipo de cine? Entiendo perfectamente la pasión, las ganas. Pero la manera de conseguir fondos, dinero para tratar de hacerlo de una manera no tan artesanal… o sientes que para ustedes el tipo de cine no pasa por ahí.
No, definitivamente en mi caso particular, por ejemplo, yo tengo la necesidad de que los trabajos pasen por los estándares técnicos, por todo el proceso para que tenga un acercamiento a un verdadero trabajo de cine. Lo que si está sucediendo en muchas partes del país, donde lo están haciendo los jóvenes, es que se están conformando con lo que están haciendo, no tiene la capacidad ni la voluntad de llegar a un estándar de cine para que puedan competir con las películas nacionales. Te confieso que ahora sí siento que tengo la capacidad de competir de igual a igual con cualquier productor de Lima porque estamos usando los mismos equipos que se usan acá, los mismos técnicos que usan acá. Muchos no tenemos técnicos, llevamos técnicos de acá, director de fotografía, de arte, sonidistas. Llevamos diversos técnicos que deben estar dentro de las áreas de cine para que hagan un trabajo efectivo, un trabajo significativo.

Sería bueno que si bien hay un cine en provincia, también sea el mismo equipo técnico de la misma provincia, sería ideal; director de foto, sonidista, montajista, porque es un poco descentralizar la cosa o hacerlo más industria.
Lamentablemente, ¡cómo hacemos, cómo haríamos en mi caso! Por ejemplo, cómo haría yo en Ayacucho…

¿Cómo fue cuando comenzaste en estos años? No de tu visión como director, guionista, sino de tu equipo técnico, camarógrafos, sonidistas…
Básicamente, todos son de Lima, yo llevo gente de acá. El único ayacuchano soy yo, bueno y gente de producción que apoya, algunos actores que son parte del trabajo, pero todas las áreas técnicas las cubrimos desde Lima para que tengan un buen trabajo. Lamentablemente, no hay formas de poder capacitar a gente allá; además, muchos podrían hacer esto, lo que pasa es que no hay voluntad de la Universidad que sí tiene una Escuela de Comunicación pero está sesgado a un solo sector, el de periodistas; y también el mismo interés de la colectividad, de los estudiantes, no se liga a la cinematografía. El interés por el cine lo tienen, básicamente, los espectadores; no la gente que quiere meterse dentro de la producción, realización, asuntos técnicos, no hay eso. Eso es una limitante para nosotros y esta limitación hace que nosotros tengamos que pensar en otra alternativa y la única alternativa es Lima.

Tu caso es particular, porque creo que en la mayoría de los otros casos es gente de la misma zona. Las cajamarquinas, las puneñas, el mismo equipo técnico son de la zona…
Eso es saludable. En algún momento hablé con alguien del Conacine, aprovechando esto de la convocatoria para regiones, para que hicieran capacitaciones descentralizadas para esa gente que está haciendo trabajos en provincia. No solamente premios económicos son válidos para que estos chicos se sientan motivados, sino también capacitaciones en la parte técnica, en cómo armar un guión, en fin, en tantas cosas. Yo creo que esto se deberían manejar también dentro de esta ley que se pretende sea aprobada por el Congreso, hay un proyecto de ley que no habla de estas cosas.

Entrevista con Palito Ortega

1. Mis trabajos están asociados directamente a la identidad
2. Cine de provincia: Un acercamiento directo de lo que significa la cultura de estos lugares
3. Yo creo que este fenómeno social de casi 10 o 15 años merece muchas películas