North by Northwest
Esta es una de las más entretenidas obras de arte que Alfred Hitchcock nos haya podido preparar. Como casi siempre en las peliculas del maestro del suspenso tenemos al hombre promedio envuelto en situaciones increibles y hasta disparatadas, Cary Grant está en su mejor momento, relajado y sarcástico, temeroso pero muy curioso por descubrir la identidad con la que se le ha confundido, para su mala suerte. Lo vemos emborrachado, escapando en su auto deportivo, intercambiar ingeniosas lineas con su madre (actriz que en la vida real era solo un par de meses mayor que él), difrazarse de botones y evitar la espectacular colisión de una avioneta. Casi nada.
Uno no puede evitar sonreir durante las escenas que Grant comparte con Eva Marie Saint, desde que la conoce en el tren, notamos inmediatamente esa química que pocas veces se da en la pantalla. Curiosa es la escena de amor en el pequeño compartimento cama-vagón, donde segun cuentan fue la pareja la que tuvo que dar vueltas frente a la cámara en vez que ésta lo haga alrededor de ellos. Y la culminación con la ya famosa imagen de un tren penetrando veloz a un oscuro tunel. Genial.
Seguimos así las peripecias de nuestro heroe/victima, en busqueda de la verdad, resolver la intriga es su meta y nos matiene a todos en el borde del asiento mientras se van revelando los secretos de la historia.
Al Norte, al Noroeste, con Northwest, un juego de palabras que explica la ruta de persecución de espías internacionales, de contraespionaje, del recontraespionaje.
Laslo Rojas
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