We Don’t Live Here Anymore
Dos parejas de mediana edad en la Norteamérica de los suburbios atraviesa una crisis afectiva que los arrastra a la satisfacción de sus deseos a través de un no confeso pero inevitable intercambio, tal es la premisa de esta cinta de corte independiente que se aboca directamente al género del melodrama familiar. La película se encarga de presentarnos una galería de personajes sumamente straights muy acorde con muchos telefilmes a los que se encuentra muy cercana.
Como es de esperarse los juegos y engaños se desarrollarán hasta un punto más que insostenible y he ahí que llegan los supuestos conflictos que son pretexto para exhibir toda una carga de psicología barata. Es de notar que los realizadores de este tipo de cintas siempre parecen menospreciar sus materiales y las someten a un específico tratamiento casi como de «recetario de melodramas», no hay un verdadero interés por sus personajes, o una idea del melodrama como género auténticamente vigente, se busca por el contrario solo presentarnos una rutina hecha casi con desgano, algo que se deja sentir en su propia morosidad.
Aunque siempre es de agradecer la presencia de Naomi Watts, hay muy poco que decir de este filme sumamente discreto, convencional en el mejor de los casos.
Jorge Esponda
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