The Life Aquatic with Steve Zissou
Pocos directores con un estilo tan claramente definido e interesante dentro de la más reciente generación del cine norteamericano como Wes Anderson, es un aficionado a la comedia agridulce y cínica, sus modelos mayores son los maestros de ese estilo que hicieron de las suyas teniendo como blanco a su sociedad en los años setentas como Hal Ashby, Robert Altman o Woody Allen. Desde su primera película Bottle Rocket nos ha presentado la galería de personajes más inclasificables dentro de lo que apenas se insinúa como una comedia, en sus mejores películas como Rushmore o The Royal Tennembaums no hecho sino perfeccionar esa mirada tan peculiar casi como de teatro de títeres representando sin público o acaso de payaso pintarrajeado con expresión triste o escéptica cuando menos. Su más reciente película sigue esta línea consecuentemente.
Steve Zissou es un célebre documentalista marino (parodia de Jacques-Yves Cousteau) que como otros personajes de Anderson encontramos en un momento de crisis o acaso de decadencia emocional y profesional al que arrastra a toda su pintoresca tripulación que mas parecen sacada de un show circense. Su última cinta es un fracaso y le costó la vida a su mejor amigo en las fauces de una rara especie de tiburón, al cual como nuevo capitán Ahab jura buscar y destruir. Tan extravagante trama es la que nos presentan pero de manera tan personal que la farsa funciona. Aunque hay que decir que en esta ocasión Anderson hace demasiado evidente sus recursos y la exposición de su universo, tal vez por ello la cinta no alcanza la frescura de sus mejores películas sino que se acerca más a un film artefacto compendio de un tipo de personaje que hemos visto con anterioridad, Zissou en las facciones de Bill Murray (actor fetiche e ideal de Anderson como también Owen Wilson) es un ser que no sabemos si está desencantado o está aburrido, pero aun así lucha por una nueva oportunidad para demostrar que no se consumió lo mejor de él en el pasado, asume a un extraño como hijo y se embarca en una aventura que tiene de todo incluido un rescate a lo James Bond. Anderson que en el fondo guarda optimismo, se manda a esta aventura con todo junto a su protagonista. Lo llevará a su destino y a hacerle creer que no es el único en el mundo. Extraña forma de ver la solidaridad y el compañerismo, pero igual de entrañable.
Jorge Esponda
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