The Interpreter
Esta cinta nos trae de vuelta las intrigas sofisticadas, el competente Sidney Pollack siempre a sido afín a este tipo de encargos como se puede apreciar desde Three Days of the Condor hasta The Firm. En esta ocasión nos presenta un thriller político ambientado en los pasillos impecables y la rutina, envidiable para muchos, de la ONU. Una interprete (Nicole Kidman) por esos azares de la vida y los guionistas, escuchará fuera de horario una conspiración contra un presidente africano durante un discurso que presentará allá. Lo que sigue es la investigación del caso a cargo de un agente (Sean Penn) el que no podrá resistir verse cada vez más involucrado con la denunciante/sospechosa y tratar de evitar el magnicidio a pesar de que iremos conociendo que el mandatario no es ningún pan de dios.
Intrigas como estas son relativamente ingenuas últimamente pero de la mano de Pollack con suficiente experiencia para tomarlo todo como un divertimento, consigue una película de cierta eficacia al menos cuando se olvida de la política. Todo se desarrolla de manera clara y va cobrando agilidad una vez ya instalado el plot. Más no hay que esperar de la cinta puesto que se ciñe al género tanto como se lo sujeta de él su más bien pobre guión. Vemos salir las oscuras facetas de todos los personajes y el aire de desconfianza que permiten alargar el metraje hasta el clímax. Como dije Pollack es hábil y trata de disminuir lo que le sea inútil al mínimo y expandirse en crear tensión y acción en la medida de lo posible. Así consigue partes de gran eficacia como el encuentro con el líder opositor en el bus o la parte final en la esperada sesión en las Naciones Unidas. No esperemos que Sydney nos bombardee con razones como Lucas en su más reciente film, el mas bien se debe haber divertido leyendo el guión y solo toma lo que mejor se sostiene que es esa relación de sospecha-atracción entre los dos protagonistas que siquiera de manera convencional pero efectiva sostiene al film.
Lo que interesa aquí es la tensión y acción, fuera de otras «grandes justificaciones» siendo así se puede pasar un buen rato viéndola.
Jorge Esponda
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