Shi mian mai fu
Tras el éxito de Hero, el chino Zhang Yimou ya parece insertado dentro del cine de géneros abundante en el oriente pero aun terreno desconocido en él, quien mas bien a labrado su fama a base de cintas dramáticas circundantes en festivales por todo el mundo, aunque con toda la estilización visual extrema que apreciamos en esta nueva cinta como en la anterior.
Nuevamente nos encontramos en una época legendaria donde las fantasías de la guerra y la pasión se confunden hasta la irrealidad. Aquí el clan que le da nombre a la película le declara la guerra al gobierno actuando cuales Robin Hood de las junglas de bambú, un par de oficiales emprenden una misión para encontrarlos a partir de la captura de una de sus integrantes (la siempre bella Zhang Ziyi). A partir de acá Yimou con mucho criterio aplica la dinámica de la aventura, deja de lado las conceptualidades de Hero para darle prioridad a la acción, disemina un juego de giros argumentales que sin nada de original resultan bastante efectivos. Aquí se pierden de vista las definiciones de héroes o villanos, todos son hormigas para los lideres es lo que dice uno de los protagonistas.
Las rivalidades políticas o amorosas son lo menos importante, acá el director se complace con presenta un relato espectacular, siguiendo claro esta la línea impuesta por Ang Lee en Crouching Tiger, Hidden Dragon, que a su vez era la exageración o versión limite de las fantasías del cine de artes marciales y sables que nos presentaron los cineastas de Hong Kong y Taiwán hace varias décadas y que desde entonces no han dejado de tener presencia constante en el cine mundial, ya sea por reciclaje o asimilación (The Matrix o Kill Bill). Es la estética del combate cuerpo a cuerpo, de la coreografía bélica que es asumida por el autor con efectividad y hasta personalidad.
Jorge Esponda
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