Haute tension
Una versión bizarra e interesante del clásico tema de los asesinos en serie nos presenta el joven director francés Alexandre Aja, ganador de varios premios en Europa por esta película.
Aprovechándose de las técnicas de género de Hollywood, Aja desarrolla una historia conocida, Alex invita a Marie a estudiar a su casa, donde ambas serán acechadas por un cruel asesino en serie que las mantendrá en vilo durante una noche sangrienta y macabra.
A pesar de las similitudes con el cine norteamericano, Aja sortea con sutileza algunos estereotipos, por ejemplo, estamos acostumbrados a que exista una historia entre el asesino y sus víctimas y que es mostrada desde el inicio, recurso al cual el director no recurre, el carnicero simplemente aparece de la nada para desatar una orgía de sangre.
Otro de los puntos resaltantes de esta cinta es la extrema crudeza (préstamo del gore) de las escenas violentas, como descuartizmientos y degollamientos con mucho realismo y sin ningún reparo (lo que provoca incomodidad y que gente salga de la sala), algo que se muestra tibiamente y sugerido en muchas películas de Hollywood.
Y porque no decirlo, la estética también llama la atención: las protagonistas no son las beldades perfectas y hermosas de sus pares norteamericanas: Marie es una mujer con apariencia bulímica con ojos penetrantemente azules y Alex es una chica andrógina, sin pasado. Finalmente, como estamos viendo en algunas cintas de los últimos años, el director también juega con el espectador y nos remata con un final completamente inesperado. Vale la pena verse.
Johan Tábori
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