Wedding Crashers
Dir. David Dobkin | 99 min. | EE.UU.
Intérpretes:
Owen Wilson (John Beckwith)
Vince Vaughn (Jeremy Grey)
Christopher Walken (William Cleary)
Rachel McAdams (Claire Cleary)
Estreno en Perú: 10 de noviembre de 2005
Comedia que cuenta la historia de dos amigos que tienen la destreza de colarse en las mejores bodas para beber y comer gratis, y sobre todo para conocer mujeres. Para ello tienen bien desarrollado su papel: dicen y hacen lo que los asistentes quieren ver y oir.
Esta película dirigida por David Dobkin (Shanghai Knights) cuenta la historia de John Beckwith y Jeremy Grey, dos amigos que tienen por afición colarse en las bodas para beber, comer y sobre todo conocer mujeres, para esto son unos maestros en el tema, tienen la palabra precisa para todo momento, y acciones indicadas para caer bien ya sea a la familia, invitados e inclusive a los niños que encuentran en las bodas, sin importar que estas sean de judíos, cristianos, irlandeses, etc.
Es una típica comedia gringa donde ya se sabe lo que va a ocurrir de comienzo a fin, los personajes son estereotipos bien definidos, con ocurrencias cada tanto que deberían hacer divertida la película para quienes gustan de este tipo de cintas.
Particularmente me parece que la película no funciona y no porque la historia sea trillada: uno de los dos enrumba su camino al enamorarse de la chica linda (realmente preciosa Rachel McAdams en su papel de Claire Cleary) que tiene por novio a un patán, un tipo soberbio, machista, que como era de esperarse, no la quiere “como ella se merece”.
No funciona porque a lo largo de la película el tono va cambiando y mientras en un comienzo nos puede hacer reír por las tonterías que se van sucediendo después cambia tratando de mostrar sabe Dios que, la película se estira innecesariamente 2 horas cuando con 30 minutos menos le basta y sobra, y es que la película abusa de las situaciones archiconocidas e infinitamente vistas; sin contar el tufillo moralista típico, que va tomando desde la mitad de la historia para demostrar que el amor triunfa y la sinceridad debe ser lo principal. Todo esto termina haciéndola insoportable.
Sobre las actuaciones: Owen Wilson aparece un poco más moderado (en parte por el mismo papel que desempeña), mientras que Christopher Walken en su papel de político norteamericano, parece un escolar obligado a actuar.
Es cierto que la comedia es un género difícil y desaciertos como estos son numerosos, pero la alta recaudación en taquilla nos asegura que de esto lamentablemente tendremos para rato.
Rolando Jurado
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