El 2005 pude ver alrededor de 170 películas, entre los estrenos comerciales, las funciones en el Festival Elcine, los cineclubes, los DVD y la televisión por cable. Todas ellas, nuevas para mí.
Para no ir contra la corriente, listaré aquí mis favoritas entre las películas estrenadas comercialmente, en orden de preferencia:
- Con ánimo de amar (Fa yeung nin wa) de Wong Kar-wai
- Golpes del destino (Million Dollar Baby) de Clint Eastwood
- Zatoichi de Takeshi Kitano
- La caída (Der untergang) de Oliver Hirschbiegel
- King Kong de Peter Jackson
- Himalaya (Himalaya – L’enfance d’un chef) de Eric Valli
- Soy Cuba de Mijail Kalatozov
La primera vez que vi este film fue hace un par de años en una proyección en la U. de Lima. Lo recuerdo claramente, una película con dialogos en chino cantonés, subtítulos en inglés y soundtrack en castellano. Fue un descubrimiento personal, una puerta de ingreso a la filmografía de un maestro como Wong Kar-wai. Luego la volvería a ver en DVD un par de veces más. Finalmente se proyectó en Elcine de la U. Católica como un previo a su estreno comercial en octubre. Fue la primera vez que la pudimos ver junto con Lucho y Jorge, en celuloide, en pantalla grande. Todo un deseo cumplido.
Había quedado con Rolo para asistir al preestreno un sábado por la mañana. La vi esa única una vez, debieron ser muchas más. Pero con eso bastó para saber tan temprano, en marzo, que ya tenía en mi lista uno de los mejores filmes del año. No hay más que agregar a todo lo que se ha dicho. Clint no pudo quitar el banquillo a tiempo, y son escenas como esas por las que uno va al cine. Este año me haré un tiempo para revisar esta joya.
Se estrenó en un número limitado de salas, también en marzo. “Beat”, rey de la comedia física devenido en director de películas de autor, es un samurai chaplinesco, un ciego que no deja villano sin golpiza. Este film fue una fiesta veraniega, para salir zapateando de la sala, y la culpable de mis risotadas más estridentes sentado en una butaca.
La excusa perfecta para alimentar mi curiosidad y morbo con todo lo que respecta a la Segunda Guerra Mundial y al régimen nazi. Ya no con una historia abiertamente bélica llena de batallas, sino de personajes, y que personaje, el monstruo en persona. Adolf camina por su oficina, se le escuchan los pasos, las aspirantes a secretarias murmuran, tiemblan, ruegan por ser la elegida. La tensión crece hasta que Hitler finalmente hace su aparición. Esa sola secuencia paga el ticket de entrada.
Fue la primera vez que asistí a un pase de prensa, temprano por la mañana había que salir de la pereza para meterse de cabeza a tres horas de puro entretenimiento. Tenía mucha fe en lo que haría Jackson y no fui defraudado. Además del mono humanizado me llevé una gran sorpresa adicional: los más asquerosos gusanos que he visto en pantalla grande. Totalmente horripilante, me hizo saltar en el asiento y quitar la vista del ecran. Al final solo me quedó reir de la travesura del ex gordo Peter.
Una gratísima sorpresa. Cuando leí el anuncio en el diario la pasé por alto. Si no fuera por que Lucho me puso al tanto me hubiera perdido uno de los estrenos del año. Durante muchas escenas de la película me preguntaba ¡Cómo diablos se filma una película como esta! Paisajes perfectos, planos imposibles, una historia interpretada con íncreible fuerza por no-actores. Los pesados yaks zigzaguean el precipicio, la cámara flota debajo de ellos, el sendero parece demasiado angosto, y nosotros sudamos frío. Pero nada de eso detendrá al viejo Tinle. Tengo que conseguir el DVD.
No la ví en el festival Elcine, y después de escuchar los comentarios de Jorge y Lucho me comenzaba a pesar por esa decisión. Felizmente se estrenó días después y pude hacerme un tiempo para no perdermela. Cuatro historias, un solo mensaje, ambiciosa e inmensa. Nunca has visto los travellings más extensos, alucinantes, casi imposibles. En cierto momento la cámara vuela sobre las calles de La Habana, la gravedad no importa, la fantasía de la revolución parece tan real.
Mencionaré también a Las trillizas de Belleville, la película con el inicio más desconcertante, El aviador, Martin is back!, Whisky, Kaurismaski a la uruguasha, Mar adentro, aunque muchos la odien, Sideways, por fin reconocen el trabajo del buen Paul Giamatti y Sin City, o descubriendo a Carla Gugino.
Las mejores que vi en DVD, en cable y en cineclubes fueron:
Chungking Express de Wong Kar-wai: Amelie va a Hong Kong. Schindler’s List de Steven Spielberg. Tres clásicos de Alfred Hitchcock: Rope, North by Northwest y The Birds. El poderoso documental The Fog of War. Otro clásico de madrugada, To Kill a Mockingbird. Tres de Woody: Stardust Memories, The Purple Rose of Cairo y Annie Hall. Una de las pocas que he visto de Polanski, Le locataire. La mejor película de David Lynch para mi gusto, The Straight Story. Una mexicanada en tarde de domingo, Los olvidados. Una super recomendada, Oldboy. Un meta documental, Chronique d’un été. Una del festival Elcine, el documental Oscar. Y dos que siempre me habían sido esquivas: Bound de los Wachowski brothers y The Gold Rush de Chaplin.
Finalmente las peores, que son pocas porque evito arriesgarme:
Hide and Seek, como diría cierto crítico de cine, ‘la relación entre Dakota Fanning y DeNiro es poderosa’. Constantine, ya Jorge lo dijo mejor, Goal!, ya cierto bloguero lo dijo mejor y la italiana Io non ho paura, la mejor parte fue cuando me quedé dormido.
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