Escalofríos (2004)

Creep
Dir. Jane Linfoot y Christopher Smith | 85 min. | Reino Unido – Alemania

Intérpretes:
Franka Potente (Kate)
Vas Blackwood (George)
Ken Campbell (Arthur
Jeremy Sheffield (Guy)
Paul Rattray (Jimmy)
Kelly Scott (Mandy)

Estreno en Perú: 16 de febrero de 2006

A Kate le han asegurado que George Clooney estará en la fiesta de una amiga y no perderá la oportunidad de conquistar al famoso actor. Pero es casi de madrugada y no hay taxis en Londres, por lo que optará por tomar el metro. Lo que no sabe es que su viaje se convertirá en una pesadilla de crímenes y sangre perpetrados por un monstruoso ser que habita en los recovecos del subterráneo.

Una historia completamente simple es la que nos muestra esta película. Kate (Franka Potente) es la rubia parrandera que no escatimará esfuerzos por encontrar y seducir a George Clooney (!) quien se cree está en una fiesta en algún lugar de Londres. El recorrido de esta aventura comenzará en el metro de Londres, donde se quedará dormida esperando la próxima salida. Cuando despierte y tome el último tren, será testigo de las más horrendas muertes que ella haya imaginado. Decapitaciones vienen y van, en lo que hasta el momento es otra trillada película de horror, mientras es capturada por el misterioso carnicero quien la mete en una jaula ubicada en las cloacas junto con otras víctimas. Y al tratar de escapar, la persecución se torna implacable por este freak cuyos sonidos guturales causan no pocos disgustos.

Pero, ¿se puede ser ingenuo en una película de terror? Es decir las persecuciones son ingenuas, pero en el buen sentido de la palabra. La ausencia de música incidental en algunas escenas nos dan la sensación de realidad e irrealidad al mismo tiempo. Estamos viendo una persecución de lo más vívida, pero no podemos creer que un asesino de esa naturaleza exista.

Este asesino es un ser deforme y desquiciado, producto de lo que parece ser el abuso físico y mental al que era sometido por su padre, un doctor tan desquiciado como él. Todo su odio es descargado hacia víctimas inocentes que tienen la desgracia de recorrer los oscuros rincones del subterráneo.

Más allá de eso, el film no ofrece nada más que los momentos de terror puestos en el sitio debido, no trata de filosofar ni encontrar explicaciones a nada. Definitivamente no quedará en los anales de la cinematografía, pero si tienes una entrada gratis al cine y quieres llevarte un buen susto, pues aquí tienes, no lo pienses más.

Johan Tábori