El actor Randy Quaid ha demandado a los productores de Brokeback Mountain, película en la cual tuvo un papel secundario, alegando que fue persuadido para aceptar un salario menor al que suele recibir. Según sus representantes legales los productores del film le vendieron la idea de un proyecto para una película de bajo presupuesto y por esta razón aceptó rebajar sus honorarios. Ahora Quaid está pidiendo la friolera de US$10 millones.
Esta demanda más parece querer aprovechar del éxito comercial que ha tenido el film (ha logrado recaudar US$60 millones a nivel mundial), que si bien tenía el soporte de un estudio de Hollywood no era precisamente un producto diseñado para ser explotado como un blockbuster.
Y no es el único caso de oportunísimas querellas legales. En su momento Crash, la otra ganadora de los recientes premios Oscar, tuvo sus propios problemas legales, cuando un productor demandó a la Academia exigiendo ser considerado en los créditos del film. Y recientemente un productor de la tambien oscarizada Chicago demandó por otros US$10 millones a Miramax Films acusándola de deberle una buena tajada de las ganancias del film.
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