8:00pm. Para variar llegué temprano a la cita. Ya habían unos cuantos cinéfilos hasta ese momento. Entre ellos Ana Karina, quien no dudó en pasarme la voz ni bien me vio. Al rato apareció Jorge con «La fiesta del Chivo», el libro, bajo el brazo. Luis Carlos Burneo se acerca a conversar con este pequeño grupo, algo ansioso él, preguntándose si el poder de convocatoria de la comunidad virtual realmente daría frutos.
8:45pm. Pasaban los minutos y llegaba más gente. Decidiendo entre ingresar a un ambiente más acorde o permanecer afuera, terminamos conversando un buen rato en el pasillo que une la entrada con la sala de proyección. Luego de varios mensajes enviados llega Miguel, mochila al hombro. Gaseosas, snacks y cervezas, a pesar de la ley seca, matizaron una conversa ligera entre, la gran mayoría, unos perfectos desconocidos quienes sin embargo compartimos claramente un intéres especial por el cine.
9:30pm. Acabada la función de las 8pm. pudimos ingresar a la sala. Natalia Rivas y Luis Carlos dan la bienvenida al grupo nuevamente, agradeciendo nuestra presencia y empezando de inmediato un intercambio de ideas. Ya en la sala aparece Rolo (las fotos que acompañan esta nota son su obra y gracia), luego lo haría Johan quien se pregunta ‘¿esta es la fiesta?’.
10:00pm. Varios de nosotros intervenimos, aportando opiniones, sugerencias, dudas, críticas, aspectos a mejorar y tratando de comprender un poco mejor qué lleva al público en general a asistir a una sala como el Cinematógrafo. Casi una hora después se da por terminada la conversa, con el compromiso de mantener vivo este primer intento, a través del correo electrónico y eventualmente en otras reuniones similares. Hasta entonces.
Deja una respuesta