Superman Returns
Dir. Bryan Singer | 154 min. | EE.UU.
Intérpretes:
Brandon Routh (Clark Kent/Superman), Kate Bosworth (Lois Lane), Kevin Spacey (Lex Luthor), James Marsden (Richard White), Parker Posey (Kitty Kowalski), Frank Langella (Perry White), Sam Huntington (Jimmy Olsen), Eva Marie Saint (Martha Kent), Marlon Brando (Jor-El)
Estreno en Perú: 13 de julio del 2006
¿Es un pájaro? ¿Es un avión? Es Superman, que regresa luego de casi dos décadas, de la mano de Bryan Singer (Sospechosos comunes, X-Men), en una historia a medio camino entre la aventura clásica y la historia de amor, enfrentado a su principal archirrival Lex Luthor en una película que emociona, pero no termina de convencer.
Superman regresa de manera ampulosa, cargado de efectos especiales desde la presentación misma de créditos que nos recuerda, con canción incluida, que es una continuación de la saga que comenzó Donner a finales de los años 70 con el finado Christopher Reeves usando la capa y la S en el pecho. Estos efectos especiales brindan un aspecto convincente a Metrópolis y a las escenas de acción, pero en algún momento llegan a saturar, sobretodo en los vuelos y cámaras lentas.
La película demora en despegar mientras nos presenta la vida de los personajes tras cinco años de ausencia del hombre de acero, elipsis que nos referencia al episodio anterior de la saga, es decir Superman II. Pero luego, la historia avanza de manera sostenida, aun cuando las escenas de acción son anécdotas convencionales de Superman, contadas con espectacularidad y ciertas referencias a la paranoia americana reciente (apagones, aviones fuera de control, etc). Sólo la amenaza final de Lex Luthor trabajada a través de toda la (extensa) duración de la cinta pondrá en aprietos y levantará la expectativa sobre lo que podrá hacer Superman y sus poderes.
Y es que la historia no se centra en el gran peligro que encara la humanidad y de la cual Superman será el salvador, sino en los conflictos internos del hombre de acero: de su sentido de arraigo y pertenencia, de la migración y la familia, temas actuales y globalizados; y también sobre su relación con Lois Lane, quien herida tras el abandono del héroe ha construido ya otra relación. Así, sino fuera por las escenas de acción, estaríamos ante un melodrama sui generis.
La construcción de personajes se vuelve fundamental bajo este enfoque, y es donde más carencia presenta la película. Singer y compañía aciertan con Superman, correctamente interpretado por Brandon Routh, que es dotado de una profundidad poco común para una película sobre historietas: no habla mucho, pero se expresa en su incapacidad para ubicarse en el mundo, a tal punto que, su alter ego Clark Kent – siempre introvertido y dubitativo – no logra conseguir departamento en la ciudad. Este Superman, además, es el más mesiánico y mediático de la saga, lo que queda patente desde la voz en off de Jor-El, Marlon Brandon resucitado por CGI, y su primera (re)aparición pública hasta en las escenas finales.
Por otro lado, Lex Luthor, en manos de un cumplidor Kevin Spacey, personifica una maldad oportunista y cínica bastante convincente, aunque al final termine con un chiste como castigo. Pero, la Lois Lane de Kate Bosworth es casi una caricatura: demasiado fuerte, demasiado voluble, casi una heroína de telenovela; es el personaje más maltratado de la historia. Los secundarios están ahí de manera funcional, no atan ni desatan, son accesorios, cuando no cómicos.
A pesar de lo apuntado, Superman regresa tiene algunos momentos inspirados, como los soliloquios de Luthor, las escenas en el ártico, el reencuentro de la pareja central o el enfrentamiento Luthor – Superman; y también algunas ideas interesantes que le dan una vuelta de tuerca a una historia, de la que si se prepara secuela, esperemos levante más vuelo que esta entrega.
Antolín Prieto
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