Vi 25 Watts mucho después de su estreno en el Festival de la Católica, fue en el bar La Noche y la verdad, la proyección era malísima, tal parece que se proyectaba una copia en VHS y apenas podíamos intuir lo que decían los tres protagonistas. A pesar de ello quedé con la impresión de haber visto una excelente historia, con elementos y personajes sencillos pero memorables, en un blanco y negro a lo Jarmusch y con abundante humor negro (inolvidable la escena donde Daniel Hendler «Leche» usa a la abuela como antena).
Luego vi una mejor copia de esa primera película de la dupla Rebella-Stoll, y para la presentación de Whisky estuvimos con Laslo en primera fila, y claro nos ganamos con la presentación en vivo de los dos. De Whisky ni hablar, lo mejor de las películas en competencia en ese octavo festival.
Ahora que Rebella se ha ido por propia mano, no queda sino lamentar que haya acabado tan pronto una carrera corta pero promisoria como pocas, ojalá Pablo Stoll continue en el oficio, el cine hablado en nuestro idioma necesita de gente como él.
En el medio peruano son muchas las voces que se han sumado al desconsuelo por la pérdida de Rebella, en Peru21 Giovanna Pollarolo dice: «No deja uno de preguntarse por qué; no deja uno de pensar en aquello del ‘efecto iceberg’ tan bien trabajado en sus películas: se muestra sólo un poquito y todo lo importante no está en cuadro o no está dicho». Por otro lado Ricardo Bedoya dice en El Dominical: «Rebella, junto a Pablo Stoll, sacó del letargo al cine uruguayo. Lo desperezó aunque, de modo paradójico, lo hizo con dos películas que tienen el ritmo quedo, el metabolismo lento, la chispa baja de una siesta en la tarde en Montevideo». Y José Tsang señala escuetamente en Caretas: «Partida absurda, que duele demasiado».
Pero el testimonio más valioso lo encontramos en Autobús, un blog escrito por Luis Alvarado, editor de un fanzine y miembro de la banda del mismo nombre, él cuenta que tuvo un encuentro con el dúo de uruguayos cuando vinieron para presentar Whisky, dice entre otras cosas que «Rebella era un poco extraño, aunque hablaba mucho y se interesaba por la conversación, siempre llegaba un momento en el que se perdía en su propio mundo, siempre estaba mirando hacia algún lugar, siempre algo distraído (…) A Rebella le encantaban los Pixies, lo dijo más de una vez, que eran su banda favorita y tenían que ver la forma como lo decía, lo exclamaba con una convicción absoluta.» Lean el post completo no tiene pierde.
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