Críticas de la semana

Enrique Silva vuelve a lo suyo, ahora en el diario Correo. Él se encarga de Superman regresa, la cual cree que «no supera al Superman de Richard Donner, pese a contar con el joven y talentoso Bryan Singer en la silla de director. En Superman regresa, Singer sólo logra plasmar parcialmente esa capacidad que le conocemos. La historia, que tiene que ver con el retorno del hombre de acero a nuestro planeta tras una ausencia de cinco años, está planteada de manera muy conservadora para los tiempos que corren».

En El Comercio Alberto Servat también se decepciona con este Superman: «Parecía una buena idea. Sólo eso. Porque Superman regresa no llega realmente a sorprendernos, emocionarnos o desconcertarnos. Es simplemente un reciclaje de todo lo que ya hemos visto, envuelto en la apariencia de novedad debido a la tecnología del momento. No hay enfoques nuevos ni situaciones más cercanas a los peligros del momento».

Ricardo Bedoya en El Dominical califica a Peloteros como «televisiva, en el sentido más convencional de la palabra. No sólo por las imperfecciones de la imagen, sino porque el tratamiento es plano, literal, ilustrativo, funcional hasta la opacidad. Peloteros desconoce el sentido mínimo de la puesta en escena».

Sebastián Pimentel de Somos se adelanta al estreno de Flores rotas, la cual cree «le devuelve al cine una capacidad de observación y construcción de sentido con mínimos detalles. Con una mezcla de humor, tristeza y ternura nos cuenta la historia de un hombre que se aventura a creer en una ilusión, en la existencia de un hijo que podría salvarlo».

Paco Pulido Spelucin de AgenciaPeru.com se emociona con La casa del lago: «Qué gran éxito para los productores. Un director con una creativa cinematográfica especial [Alejandro Agresti]. Música del mejor de los compositores de todos los tiempos [Paul McCartney]. Un guión escrito, no significa éxito seguro pero sí tomarlo en cuenta, por un ganador del Pulitzer y del Tony. Actores que saben hacer su trabajo. La casa del lago flota en un aire misterioso, romántico sin llegar a lo cursi, renueva a los estereotipos sin dejar una huella de antigüedad superficial».

Mientras que Federico de Cárdenas de La República no rescata ni el aporte del genial ex Beatle: «Agresti se limita a una puesta en escena correcta y convencional en la que los esfuerzos por ‘hermosear’ la realidad y mostrar a Bullock y Reeves encarnando personajes solitarios y maduros acaban fatigando, al igual que la empalagosa serie de temas músicales ‘románticos’ utilizados para crear un clima de arrobamiento».