Dir. Frank Pérez-Garland | 86 min. | Perú
Intérpretes:
Vanessa Saba (Daniela)
Paúl Vega (Gonzalo)
Melania Urbina (Lisa)
Giovanni Ciccia (Pancho)
Ivonne Frayssinet (Patricia)
Gianfranco Brero (Felipe)
Estreno en Perú: 20 de octubre de 2005
El amor contado desde cuatro perspectivas, ocho corazones: comienzo, encuentro, desencuentro, final. Cuatro parejas que deciden algo o no deciden nada, se van conociendo mejor o se comienzan a desconocer. Sí, el amor en variadas expresiones, ¿y el sexo? Si se puede habrá algo, sino será otro día… sin sexo. «Lo siento jugador, así es el fútbol», diría un pelotero.
Las cuatro historias de la cinta se sostienen sobre la conversación y son desarrolladas en montaje paralelo. Así se respira una cadencia rápida y agradable; que tiene ciertas referencias al cine de Woody Allen o el de Cassavettes. De las historias contadas, las dos de jóvenes adultos son las que se desarrollan mejor, quizá porque Pérez-Garland, el director, comparte edades (y contacto) con ellas. La historia de iniciación sexual de los más jovencitos y la de redescubrimiento de los cincuentones terminan cojeando, por falta de minutos de desarrollo o de fuerza en el conflicto. Sin embargo, todas las actuaciones están muy bien logradas, sobretodo las de Saba y Ciccia.
Filmada en HDV, es decir digital, tiene una fotografía que cumple sin mayores problemas, aunque en algunos momentos se siente el abuso del primer plano. El soundtrack de Mar de Copas potencia las imágenes las más de las veces; cuando no, es por la falta de variedad en el registro vocal del grupo.
Las historias son contadas con solvencia hasta su final, lo que permite que uno no se despegue de ellas hasta que terminan. Aún en las escenas de calateo, las carnes son lo que menos importa, ya que el elemento dramático lo justifica. Un día sin sexo, es una auspiciosa opera prima que nos deja esperando por próximos proyectos a los cuales estar atentos. Bien por el cine peruano.
Antolín Prieto
Deja una respuesta