Vía el blog de Iván Thays nos enteramos que José Pablo Feinmann en el suplemento Radar del diario argentino «Página12» le ha dado con todo al director neoyorquino. Ahi Feinmann se devana los sesos, luego de leer tres obras de teatro inéditas de Woody Allen, preguntándose por qué diablos luego de una película del nivel de Match Point, Allen se apresura y publica dichas obras:
¿Qué necesita demostrar Allen? ¿Que es prolífico? Lo sabemos de sobra. ¿Que sabe escribir diálogos como pocos o como nadie? Vaya novedad. ¿Que conoce el mundo neoyorquino? Ya lo sabemos. Tampoco hay personajes positivos. Se trata de una acumulación de cretinos que se engañan los unos a los otros. ¿Cuánto esfuerzo llevó esto? ¿Tres días? ¿Una semana? Un mes, ni ahí.
Eso dolió. Feinmann afirma que este texto de Woody sí causa risa, tiene su gracia, pero que «no sorprende, no agrega nada y no tiene, aunque repetido, un material hondo y brillante, o una de las dos cosas». ¿Exageraciones de un crítico especializado? En todo caso esperemos que Scoop sea harina de otro costal.
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