Carlos Landeo nos avisa que el prestigioso diario francés Le Monde publicó una crítica sobre Madeinusa, el 29 de noviembre, día del estreno en ese país. Esta es la crítica original en francés, y a continuación la traducción hecha por el mismo Carlos.
“Madeinusa”: la Semana Santa de todos los pecados
Le Monde (artículo aparecido en la edición del 29.11.2006)
Por Thomas Sotinel
Si uno aún se decidiera a ver un film en función de las fotografías exhibidas en el exterior de la sala, iría a ver Madeinusa por las razones equivocadas. La belleza de los paisajes andinos, la austeridad de las costumbres tradicionales, la mezcla de barroco y primitivo de las ceremonias religiosas dejan presagiar la celebración de un modo de vida tradicional, una resurrección del cine latinoamericano de los años 60. Pero en realidad, este primer film de una joven realizadora peruana, Claudia Llosa, inspira un desasosiego durable, anubla las fronteras entre el bien y el mal, se vale del folklore para crear un cuento cruel y fascinante.
Madeinusa es el nombre de una heroína salvaje, bautizada así en nombre de las vagas aspiraciones que hacen que los campesinos del mundo entero terminen generalmente abandonando sus aldeas por las grandes ciudades. Por el momento, la adolescente vive con su hermana mala y su padre en una casa sombría, infestada de ratas. Su padre, don Cayo, es el alcalde del pueblo atrasado de Manayaycuna, donde la celebración de la Semana Santa toma un giro particular. Argumentando que entre el viernes a las 3 de la tarde y la mañana del domingo Cristo está muerto, los pobladores se permiten todos los pecados. Y don Cayo ha decidido este año desflorar a su hija menor.
Pero es también el momento en que irrumpe Salvador, un joven apuesto venido de Lima. En un film corriente, sería él quien alterase el orden aldeano. Pero justamente esta aldea escapa a las reglas, y es más bien el foráneo quien queda atrapado en el ritual anárquico y perverso que se apodera de Manayaycuna en este fin de Semana Santa. Don Cayo y Madeinusa intentan cada uno usarlo para sus propios fines.
El efecto que produce esta orgía cruzada de ritual ancestral es tanto más turbador en tanto Claudia Llosa, magníficamente apoyada por la cámara de Raúl Pérez Ureta, la pone en escena con una serenidad algo distanciada. Hechizado por la belleza serena de las imágenes, el espectador debe superar su incredulidad para calibrar la medida de la violencia que preside las relaciones familiares y aldeanas.
Esta subversión surrealista no se ejerce nunca a expensas de la dignidad de los personajes. Claudia Llosa logra dejar libre curso a su creatividad poética sin perder de vista la realidad de la miseria y del aislamiento. Hay que decir que ella es maravillosamente apoyada por su principal intérprete, la debutante Magaly Solier, cuya belleza salvaje y su elegancia ruda hacen posible la extraordinaria historia aquí contada.
Film hispano-peruano de Claudia Llosa con Magaly Solier, Carlos de la Torre, Yiliana Chong (1h40)
Traducción al español: Carlos Landeo
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