Nació en Gales, fue nombrado Sir, y luego se nacionalizó estadounidense. Anthony Hopkins ya hizo todo como actor, y ahora, a sus 69 años, se aventura a tomar el sitio de director en la película Slipstream, que se estrenó ayer en el Festival de Sundance. Me queda la duda de por qué en los medios se le presenta como la ópera prima del galés, cuando, revisando su filmografía encuentro que ya antes había dirigido August (1996).
Pero volviendo Slipstream, es al final de cuentas una cinta de modesto presupuesto, en la cual Hopkins cumple además los roles de actor protagónico y de guionista. Un filme personal que aparece en el final de la carrera del veterano Tony. Lo acompañan en la pantalla gente como Christian Slater, John Turturro y Michael Clarke Duncan.
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