Y a la séptima fue la vencida. Martin Scorsese se hizo la noche de ayer del reconocimiento del Sindicato de Directores de Estados Unidos, la DGA, en la cena de gala que organizan anualmente y que sirve de antesala a lo que podría suceder en el Oscar en la respectiva categoria. Así fue elegido el Mejor Director del 2006.
El director de Los infiltrados compitió en esta oportunidad con Gonzales Iñarruti por Babel, Bill Condon por Dreamgirls, Stephen Frears por The Queen y la dupla Dayton – Faris directores de Little Miss Sunshine. El buen Marty habia sido nominado anterioremente por The Aviator (2004), Gangs of New York (2002), The Age of Innocence (1993), Goodfellas (1990), Raging Bull (1980) y Taxi Driver (1976), pero no había logrado llevarse el premio a casa nunca. Sin embargo, en el 2003 fue condecorado con el Lifetime Achievement Award (for distinguished achievement in film direction), el máximo galardón, que es otorgado a un director por toda su obra.
Y aunque el camino de Scorsese al Oscar pinte color de rosa, nada está dicho. Pues compite con otro peso pesado: Clint Eastwood, que lo noqueó con Million Dollar Baby en el Oscar del 2004 y tiene en sus Cartas desde Iwo Jima, la oportunidad de repertir el premio por tercera vez.
El director italo-americano tiene este año su sexta nominación de la Academia a Mejor director por su violento thriller policial Los infiltrados (antes lo hizo con El Aviador, Pandillas de Nueva York, Goodfellas, La última tentación de Cristo y Toro Salvaje). Si este año se le escapase la estatuilla detentaría el nuevo récord de director más nominado al Oscar sin lograr el triunfo. Y se codearía con: Alfred Hitchcock, Orson Welles, Stanley Kubrick, Federico Fellini y Robert Altman quienes tampoco lo consiguieron. ¡Vaya premio consuelo!
(Vía El Comercio)
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