Nunca he sido un gran fan de la ceremonia del Oscar. Es más, nunca me he pegado realmente con ninguno de aquellos eventos donde se entregan premios y, a diferencia de muchos otros amigos aficionados, ni siquiera estuve al tanto de las nominaciones de la Academia para este año. Recuerdo que, en broma y en serio, comentaba a todos que lo único que yo quería era que Pequeña Miss Sunshine gané varios premios (para que la estrenen más rápido aqui, y no en junio) y que el gran Marty reciba, al fin, un reconocimiento a su trabajo. Y vaya que mis dos deseos se hicieron realidad.
Precisamente, al acercarme de cuando en cuando a la tele, pude encontrar algunos momentos bastante emotivos de la ceremonia que, a continuación, me gustaría rescatar:
- Ellen DeGeneres le pide a Spielberg que le tome una foto con Clint Eastwood: Vamos, fue bastante simpático. «Uy, Steven ¿podrías tomarme una foto con Clint?» Risas del público y después la conductora tratando de corregir el encuadre. «No, quiero que sólo salgamos Clint y yo ¿podrías tomarla de nuevo?». Trata al millonario director y productor hollywoodense como cualquiera de esas personas que paras en la calle y le dices: «¿Me puedes tomar una foto? No seas malito…». Obviamente parte del show, pero muy agradable.
- Clint Eastwood presenta a Ennio Morricone: Y mientras se acerca al escenario, motivos musicales de Lo bueno, lo malo y lo feo, clásicos del compositor italiano, invaden el teatro. Eastwood habla de lo hermoso que es recordar esas melodías en las películas westerns y que «más emocionante, aun, es que yo las protagonicé». [Video en YouTube]
- Ennio Morricone, a punto de llorar, recibe su premio: Ya pues ¿que más quieres? Morricone al lado de Eastwood. Punto. Un holy moment tremendo. Este término lo conocí en la cinta Waking Life y se refiere al momento previo en que tus ojos van a echar la primera lágrima. Estás totalmente emocionado y tu mirada causará un sobrecogimiento increíble. Ese era Morricone ayer. Su rostro con una mirada fija, escondiendo una sonrisa, orgulloso de sí mismo tal vez pensando «lo logré». Dice thank you al micrófono y procede a hablar en italiano. Eastwood lo traduce. Inolvidable. [Video en YouTube]
- Martin Scorsese gana el Oscar por Mejor Director: Y el público se levanta de sus asientos y lo aplaude hasta más no poder. El director neoyorquino se acerca al estrado, empieza a agradecer y pide silencio a todos los asistentes (obviamente, nadie le hace caso). Habla y habla cosas que no podemos escuchar debido a la tremenda ovación que invade el Teatro Kodak, coge el micrófono y dice en voz alta: «Lo primero que quiero decir. ¿Podrían revisar de nuevo el sobre?». [Video en YouTube]
- Scorsese es avisado por Spielberg que, también, ganó Mejor pelicula: Y, tras bambalinas, figuras emblemáticas del cine conversan: Spielberg, Coppola, Lucas y el mismo Marty. Se anuncia que Los infiltrados gana Mejor película y, al parecer, la gente está demasiado distraída atrás celebrando el merecido triunfo del neoyorquino. Las cámaras muestran a Scorsese, como para captar su reacción ante el nuevo premio obtenido, pero atrás están «en otra». Spielberg nota eso y le «avisa» a Scorsese que su productor se encuentra afuera recibiendo el premio. Scorsese reacciona con un «Oh really?» y se apróxima hacia una esquina del estrado y contempla, absolutamente orgulloso, el acceptance speech del productor. [Video en YouTube]
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