Tres de los más reconocidos e influyentes directores de Hollywood ingresan al escenario del Kodak Teather la noche del 25 de febrero para anunciar al ganador a mejor director.
Francis Ford Copolla, Steven Spielberg y George Lucas, una generación de cineastas que aportó nuevas maneras de hacer cine y de romper la taquilla, nombran a Martin Scorsese como el mejor director del 2006. La ovación es enorme e interminable y sobre el escenario están ahora cuatro de los más grandes cineastas norteamericanos.
Siguiendo con la exploración de ese magnífico libro que es Mis placeres de cinéfilo encontramos que Marty habla de sus tres colegas y amigos que le entregaron la estatuilla dorada, veamos que dice:
Francis Ford Coppola
Copolla era, de alguna manera, el guía, el líder. Es algo mayor que nosotros. Y era un poco el padrino del grupo de cineastas de mi generación. Nos inspiró mucho, era una especie de modelo. Nos ayudó mucho. Jay Cocks me presentó a Coppola. Reuní mis documentales y mis películas de estudiante para el festival de Sorrento, en 1970, y fue allí donde conocí a Francis. En aquella época él escribía El Padrino (The Godfather, 1972) Nos entendimos muy bien. Con su mujer y sus hijos nos fuimos a Pompeya y nos paseamos un poco. Cuando hice Malas Calles (Main Streets, 1973) había que pagar cinco mil dólares a la San Gennaro Society (es un santo cuya efigie se ve en la escena de la procesión, rodada en la calle), y yo no los tenía. Le pedí a Francis si me podía prestar ese dinero y lo hizo. Fue la primera persona a la que se los devolví después de vender la película. Llevé una copia a San Francisco para mostrársela. Él me animó. Nos guió mucho. Ya había rodado El Padrino, y la noche que le mostré Malas Calles pensó en De Niro para El Padrino II (The Godfather Part II, 1974). Cuando hubo hecho El Padrino II, una de las películas más grandes de la historia del cine, empezó a ocuparse de su estudio. No dejaba de proponerme que trabajara con él. Pero nunca me ha apetecido trabajar bajo la responsabilidad de otro. Creo que es porque soy perezoso y no quiero trabajar para nadie. En realidad, no pienso que hubiera trabajado para él, pero la situación quizás no me habría permitido expresarme totalmente. Francis tiene sus sueños. Se concentra, trabaja y, algunas veces, sus sueños se concretan. En lo que a mi respecta, la cosa es diferente: ya es mucha suerte si llego a soñar una película a la vez y luego consigo realizarla. Pienso que en esa época, toda esta actividad – producir otras películas, supervisarlas – me habría impedido trabajar. Es cierto que hoy en día produzco películas de otros cineastas, pero esto no me desvía demasiado de mi trabajo. Pero en aquella época, ciertamente yo no habría podido concentrarme en mi carrera y producir al mismo tiempo. Cuando se trabaja en un estudio se depende de los responsables del estudio: esto me resulta imposible. Pero Francis me ayudó y animó de verdad durante todos esos años. Leyendo el libro de Julian Philips, “You’ll never eat lunch in this town again”, me enteré de que a él no le gustaba Taxi Driver. Nunca me lo había dicho. Fue hace más de veinte años. Hace unos seis años, el productor Irwin Winkler me dijo que Paul Schrader y Michael Chapman detestaban Toro Salvaje.
George Lucas
Es un amigo formidable. Fue Annie Leibowitz quien nos fotografió a Coppola, a Spielberg, a George y a mi… A Lucas no le gusta dirigir. Lo detesta. Normalmente la gente va a verle y le dice: “Tengo ganas de ser director de cine”. Él siempre les responde: “Es un problema. Espero que le guste”
Es un visionario que ha montado el rancho Skywalker, o el sonido THX, que es fantástico. Es una especie de David O’Selznick. No quiere dirigir, quiere “hacer” películas. Nos conocemos bien desde hace casi 25 años; somos completamente diferentes. Nació en Marin County y su objeto preferido es el Camero, un modelo de coche diseñado especialmente por Chevrolet. En Manhatan, donde yo vivo, uno no necesita el coche, circula en taxi. Nuestra forma de vivir es completamente diferente. ¿Sabes donde prefiere comer George? En los Big Boy, la cadena de drive in que sirve hamburguesas. Con Brian (De Palma), le provocamos a menudo, a causa de estas diferencias culturales que nos separan. Pero durante todos estos años nos hemos divertido mucho. Lucas está más cerca de Francis, al que conoció en la Facultad. Luego nos volvimos a encontrar todos en los años 1971-1972.
Steven Spielberg
Spielberg viene del medio televisivo, un medio del que yo no entendía nada. Era otro mundo. Todavía hoy, cuando nos encontramos, no sabemos verdaderamente qué es lo que el otro tiene en la cabeza… Es otra sensibilidad. Pero tenemos en común la afición a las viejas películas de ciencia ficción de los años cincuenta. En general, el prefiere las viejas películas de los estudios… Es su lado Michael Curtiz. Ha dicho siempre que yo quería convertirme en un nuevo Victor Fleming. Con eso quiere decir que mi deseo sería parecerme a los directores que trabajaban para los grandes estudios.No tengo ninguna intención de ser el nuevo Victor Fleming. Por lo demás, éste no era un mal cineasta, pero hay otros con los que preferiría identificarme: Vidor, Ford, Walsh, o Welles, que ciertamente no era un director de estudio. Pero Ford creció en el sistema de estudios, igual que Walsh.
Lo que me gusta de Spielberg es su sentido de la puesta en escena, su forma de colocar los elementos en el encuadre, de mover a los figurantes y los personajes. Es un gran creador de imágenes. Es capaz de mirar y, en un instante, encontrar el mejor ángulo de cámara. Pienso en la invasión japonesa de Shangai en El imperio del sol (Empire of the Sun, 1987) Era en exteriores, un plano en picado, desde lo alto de un inmueble. Y el gritaba: “Los japoneses por aquí, los chinos por el otro lado. ¿Aquí hagan esto, y ustedes muévanse por allí!” No estuve durante el rodaje, pero cuando me contó cómo lo hizo, dije: ¿es increíble! Me explicó que previamente había dibujado todos los planos, y que en el último momento imaginó algo distinto. Los japoneses, los chinos, el picado, los dos soldados chinos que mueren al empezar el plano. ¿Quién más puede hacer algo así? Yo ya tengo problemas cuando he de mover a los dos personajes en una habitación. Algunos cineastas prefieren rodar desde todos los ángulos, para resolverlo luego en montaje. Pero, en realidad, sólo hay una manera de rodar bien una secuencia, y es preciso encontrarla.
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