Anoche comenzó Intercine, uno de los espacios creados por el Bafici con el objeto de colocar las películas argentinas dentro del mercado cinematográfico mundial. Se trata de una experiencia que se concreta por primera vez en el marco de actividades del Festival, con el apoyo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En medio del ajetreo del brindis de inauguración, en el Meeting Point del Shooping Abasto, converso por unos minutos con la amable coordinadora de Intercine, Diana Casabal, quien me entrega un catálogo en DVD con los trailers de las cintas locales (hechas desde el 2005, hayan sido o no programadas en el Bafici) que se promocionan ante productores, agentes, distribuidoras y programadores de festivales del exterior. Queda pendiente con ella una entrevista para que me explique en detalle sobre esta envidiable iniciativa de intercambio comercial y cultural a través del cine de su país. ¿Cuándo entenderán nuestros gobernantes que las naciones pueden hacer buenos negocios no sólo con materias primas, sino con la creación de su gente más talentosa? ¿Qué les costará entender que promover nuestro cine no es una dádiva sino una enriquecedora oportunidad para que nuestro país deje de ser reconocido afuera únicamente como la tierra de los Incas o del pisco?
Deja una respuesta