En el 2001, una fotógrafa llamada Tierney Gearon adquirió notoriedad luego que una fotografía de sus hijos, Emilee y Michael, apareciera montada en una de sus exposiciones. Dicha imagen, que formaba parte de la muestra I am a camera presentada en la Galería Saatchi de Londrés, mostraba a sus críos desnudos utilizando únicamente máscaras en sus rostros. Estalló un escándalo y algunas autoridades quisieron acusarla de pedófila, de productora de material pornográfico infantil. A pesar de que nunca se presentaron cargos, debido a un enorme movimiento anti-censura que se generó entre la gente ligada al arte, la fotógrafa se quedó con la maldita etiqueta de chica mala.
The Mother Project (o El proyecto de la madre) empieza cuando Tierney, en lugar de avergonzarse de los desequilibrios mentales que su progenitora sufría, se propone a investigar y, en buena gana, a realizar un estudio personal acerca del impacto que la esquizofrenia tiene sobre su familia. Vemos como, en la primera escena, su madre manda literalmente al diablo a su hija y al equipo realizador para luego, como es natural, aceptar el proyecto, formar parte del mismo y hasta sentirse contenta, no sabe por qué, debido a que su hija está contenta.
Tierney insiste en fotografiar literalmente todo, cada momento, cada instante que piensa puede ser hermoso. Se pregunta constantemente cuál debería ser el rol de una madre y, luego de dar a luz a su tercer hijo, entendemos que más allá de todo, su fotografía no tiene otro objetivo que encontrarse a sí misma, a la hija, a la esposa, a la madre que es, reflejándose en su propia familia.
Una cinta íntima, con una íntima asistencia. La sala 8 del Hoytz lucía a medias, lo que no evitó que la misma Tierney se parara al frente a conversar con nosotros. Habiendo visto su obsesión por las cámaras y por captar esos momentos inigualables, decidí hacerle la misma pregunta que le hice a Chris Hegedus, si en algún momento toma la decisión de dejar la maquina a un lado para así recordar esos momentos «por sí misma». Su respuesta me desilusionó un poco, ya que me cuenta que a pesar de que en la cinta parece una persona obsesionada con las cámaras, en realidad no siempre está tomando fotos, y el filme no es otra cosa que un gran compendio sobre todos esos momentos a los que me refería. Luego le pregunté si durante el rodaje, que duró 3 años, se sintió incomoda en algún momento, angustiada, como bien podría sentirse su madre y sus hijos debido al gran seguimiento fotográfico que les hizo (¿hace?). Me contó que, por momentos, el rodaje era algo que la saturaba, ya que era perseguida todo el día por los realizadores. Sin embargo, cree que su familia jamás se sentiría así: «Ya están acostumbrados», comenta. Les agradecí, les tomé una foto, y me fui. Por cierto, Tierney tiene un orgulloso esposo argentino
Visita la web oficial de Tierney Gearon: The Mother Project
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