Seguimos asistiendo a las tardes de Cine Experimental, en el Centro Fundación Telefónica, a cargo del crítico Ricardo Bedoya. Esta vez para ver la primera película dogma, realizada por Thomas Vinterberg, La Celebración; y generar a partir de su visionado, una conversación sobre el último movimiento importante en Europa después de la nueva ola francesa y el nuevo cine alemán: el dogma95, movimiento danés creado por Lars von Trier, Thomas Vinterberg, Sôren Krag Jacobsen y Kristian Levring.
Dogma 95 es un movimiento que rompe con todo el cine tradicional y quiere rescatar la esencia del cine como arte colectivo. Los directores ‘dogmáticos’ se comprometían a tratar sus películas respetando una serie de normas estrictas -señaladas en un decálogo de principios- a partir de las cuales buscaban encontrar la verdad profunda. Las películas de acuerdo a este movimiento debían ser filmadas en escenarios naturales evitando las escenografías armadas en estudios, con cámara en mano o al hombro, grabadas con sonido directo y sin musicalizaciones especiales; debían filmarse con iluminación natural, en 35 milímetros y sin que figure el nombre del director, por último no debían ser películas de género.
Pero Dogma 95 es además, un movimiento inventado conscientemente para el lucimiento y el marketing de su promotor principal, Lars von Trier, un tipo loco y estudioso del cine, reconocido a nivel internacional por su obra Dancer in the dark, que genera a partir del dogma un interés por el trabajo en formato digital -que empezaba a desarrollarse por la época en que aparece el movimiento danés- y que von Trier y sus amigos usan en sus películas dogma, con lo cual rompen y desobedecen el precepto de filmar en 35 mm, generando seguidores a nivel mundial y haciendo que se cree una corriente democratizadora del cine a partir del uso de las cámaras caseras.
Las historias creadas por el cine dogma tienen ciertas constantes, que las encasillan en un género: el melodrama o el dramático. Celebración por ejemplo, es una historia muy nórdica, un estudio de la sociedad burguesa danesa, que tiene mucha relación con el teatro nórdico anterior y se basa en él. Las siguientes películas son igualmente un estudio de microsociedades donde la mujer tendrá un rol importante en el desarrollo de cada historia. El uso de la cámara y la tecnología digital aportará la característica granulación de la imagen. Esos grises lacónicos y las composiciones oscuras, además de la puesta en escena de aspecto desordenado, ayudarán a crear los escenarios fríos dentro del film de Vinterberg.
En resumen, Dogma 95, fue un movimiento que quiso renovar el cine europeo, otorgándole ese sentido de arte colectivo, un movimiento que ha acumulado menos de 100 largometrajes, y que hizo posible que se generara una nueva forma de hacer películas, dejando de lado los costosos planes de financiamiento y otorgándole a la historia el interés que había perdido por sobre la forma.
La Celebración, se repetirá este jueves 12 a las 7:00 p.m. en la Sala Plasma del Centro Fundación Telefónica. La próxima sesión del martes 17 será el final del ciclo dictado por Ricardo Bedoya. Un ciclo que termina y que esperemos tenga una segunda etapa.
Deja una respuesta