Pasolini prossimo nostro (Pasolini cerca nuestro)
En los días en que rodaba Salò o los 120 días de Sodoma, Pier Paolo Pasolini concedió una entrevista a Gideon Bachmann, de la revista Sight and Sound, sobre la que se convertiría en su última película luego de su violenta muerte en 1975. En el extenso diálogo el cineasta también habló sobre su obra y pensamiento. Giuseppe Bertolucci (director, guionista y hermano menor de Bernardo) elabora con este material, y con fotografías tomadas en el set de filmación, un valioso documental sobre uno de los artistas e intelectuales más controvertidos de los últimos tiempos. Vigente como pocos, Pasolini opina con calmada y despiada lucidez sobre su sociedad, el poder y su entraña sadomasoquista (que intenta representar en Saló), el consumismo de Occidente, su descreimiento por los jóvenes, y el cine como recurso para interpelar la realidad, en tanto que el visionado de su último opus transcurre en imágenes fijas, hábilmente editadas, que refuerzan, subrayan y complementan sus comentarios. Un documental estimulante, de obligada visión para cualquier cineasta, o espectador, con intenciones de cuestionar con propiedad el status quo.
Garrincha, alegría del pueblo
Tras regresar de los Estados Unidos, donde asimiló el estilo de los hermanos Maysles, pioneros del llamado «cine directo», Joaquim Pedro de Andrade dedicó su nuevo filme al genio y figura de Manuel Francisco Dos Santos, “Garrincha”, el puntero derecho de las piernas torcidas y campeón de dos Copas del Mundo en Suecia 1958 y Chile 1962. Siguendo los postulados de aquella escuela documentalista de no intervenir en absoluto sobre las escenas filmadas, el realizador brasileño, uno de los puntales del Cinema Novo, elabora un perfil del ídolo con material de noticieros y prensa de la época. El resultado es imperfecto, contiene dos reflexiones bastante obvias sobre el fútbol como fenómeno social, pero ha quedado como uno de los mejores acercamientos que el cine nos haya dado sobre este deporte, pasión de multitudes.
The Fall (La caída)
El redescubrimiento de la obra del inglés Peter Whitehead en diversos festivales de cine coincide con la retrospectiva que el Bafici le dedica en esta edición, y de la que vimos la que se considera su pelicula más acabada: The Fall, hecha con rabiosa inmediatez periodística y bajo la sombra del cinema verité, muestra los estertores de los movimientos de protesta que surgieron en los Estados Unidos en contra de la guerra de Vietnam, a favor del pacifismo y por los derechos civiles. Dividido en tres capítulos, y con una modelo que interactúa al inicio con el director, lanza una mirada crítica y ácida sobre la frivolidad de quienes se sumaron a marchas y manifestaciones solo para figurar y estar a la moda. Un sucio amateurismo impregna este documental tan imperfecto como las imágenes de TV, los diversos registros fílmicos y la edición entrecortada, que se combinan para dar forma a esta declaración de principios desencantada y personal. Capítulo aparte merecen las vibrantes secuencias de la toma y represión de la Universidad de Columbia, último gesto estudiantil de resistencia y dignidad política, condenado sin remedio al fracaso.
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