Javier Corcuera se encuentra en Bogotá, invitado por el Festival de Cortometrajes El Espejo, para dictar un taller gratuito sobre su trabajo el próximo martes en la Universidad Central.
La relación de Corcuera con Colombia ha sido fructífera y intensa, pues su último trabajo, el segmento «La voz de las piedras» del documental Invisibles producido por Javier Bardem, trata sobre los habitantes de El Encanto (Meta), desplazados por la violencia política que regresan después de años a sus tierras. El documentalista peruano siempre ha trabajado temas vinculados a los derechos humanos, ya sea en Bagdad con Invierno en Bagdad, Hijas de Belén en la selva peruana, o en La espalda del mundo, grabada en Perú, EEUU, Kurdistán y Europa. «A través del cine documental que hago, intento dar voz a aquellas personas que difícilmente tendrán acceso a la gran pantalla y que nunca tendrán protagonismo en los medios de comunicación», comenta el realizador en una entrevista concedida a El Tiempo. Unos fragmentos a continuación.
¿De dónde surgió la idea de incluir una historia colombiana dentro de ‘Invisibles’?
Al igual que las demás historias, se trabajó en coordinación con la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras, que está muy al tanto de la situación de la población desplazada. Ellos nos contaron de la comunidad de El Encanto y su historia del retorno. Durante el viaje de regreso, los miembros de la comunidad nos narraron en cámara sus historias, lo que fueron sus proyectos de vida y lo que pasará en el futuro.
¿Ha sentido temor de filmar en algún sitio?
Siempre se siente miedo: rodar en Bagdad, en Kurdistán, incluso en Colombia. Son sitios delicados, pero siempre trabajo con un equipo muy profesional que sabe cómo actuar en estos lugares. Como sea, sentimos siempre el deber de hacer las cosas porque esta gente no tiene ninguna otra oportunidad para contar sus historias.
(Vía Pospost)
Deja una respuesta