Revisamos las publicaciones de la última semana y las críticas que se han escrito, aun cuando el listín fílmico se empeñe en mantenernos en ausencia de buenos estrenos. Siguen las revisiones a Ahora son trece de Steven Sodenbergh:
Fedérico de Cárdenas en Domingo no le encuentra mayor gracia a la cinta de estafas:
Cine que se basa en los pálidos fulgores del star-system, en un buen diseño de producción (aquí, un gran casino en Las Vegas) y en chispazos de humor. Sólo queda reiterar que la fórmula ya ha sido exprimida por completo y que el oficio de Soderbergh apenas si compensa la rutina que brota del conjunto.
En Somos, Andrés Cotler, tampoco es entusiasta y la ve así:
La película da vueltas para que sus actores se luzcan a través del humor y el glamour; pero el tiempo de Ahora son 13 se alarga y la historia no levanta vuelo por su falta de brillo, aunque conserve cierta frescura. Es una (disminuida) cinta de entretenimiento cuyo atractivo -y debilidad- radica en ser la secuela de dos películas exitosas.
Enrique Silva, por su parte, reseña Harry Potter y la órden del Fénix en Correo:
En Harry Potter y la Orden del Fénix prevalece más o menos la misma fórmula narrativa de la cinta anterior. Lo preocupante es que la saga ya aburre con sus idas y venidas sin ton ni son; suponemos que aguantadas estoicamente sólo por los fanáticos. Las aventuras que preferimos son de otra madera, que no se pica y resiste el paso del tiempo.
Y Alonso Izaguirre prefiere ir a un cineclub para poder reseñar Millennium Mambo en Peru21:
El amor se convierte en un tema que permite la exploración de una necesidad: la de Vicky por encontrar algo perdurable en medio de un mundo en donde todo es tan fugaz, instantáneo y frenético. Hou es contemporáneo en espacio y tiempo, pero también lo es en cuanto a la forma partiendo de lo tradicional. Filma con esa delicadeza y sencillez aprendidas de su maestro, Yazujiro Ozu.
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