Dir. Michael Bay | 144 min. | EE.UU.
Intérpretes:
Shia LaBeouf (Sam Witwicky)
Megan Fox (Mikaela Banes)
Josh Duhamel (Capitán Lennox)
Tyrese Gibson (Sargento Epps)
Rachael Taylor (Maggie Madsen)
Jon Voight (Secretario de Defensa John Keller)
John Turturro (Agente Simmons)
Kevin Dunn (Ron Witwicky)
Julie White (Judy Witwicky)
Estreno en Perú: 18 de julio de 2007
Esta nueva película de los Transformers narra la lucha de los Decepticons contra los Autobots, quienes tratarán de evitar que los primeros pongan fin a la vida en nuestro planeta. A pesar de la expectativa creada, es con diálogos de un nivel primario, un humor en extremo obvio, efectos especiales que sólo se centran en los robots, sus transformaciones y enfrentamientos, que termina siendo en balance, una película desafortunada, que pudo ser un buen divertimento, pero que termina siendo prescindible.
Hacer una reseña de la historia de Transformers sería extenso y ocioso. Esta película tiene un argumento que, básicamente, trata de la lucha de los dos bandos de robots alienígenas, los Decepticons, que buscan un cubo de energía que les permitirá controlar la tierra, contra los Autobots, quienes tratarán de evitar el objetivo del enemigo a fin de salvar nuestro planeta.
El principal problema con este tipo de adaptaciones es que siempre va a generar cierto descontento entre los seguidores de la antigua serie de TV por una sencilla razón: estas películas crean una expectativa tal que muchas veces termina opacando al producto final. Más aun cuando en dos horas y veinte minutos no se puede recrear la extensa y compleja -por la cantidad de personajes- historia de los Transformers.
Era de esperarse que viéramos unos Transformers más evolucionados, sus diseños se han actualizado respondiendo a los aires de nuestro tiempo. En verdad, se hacía difícil imaginar a un Optimus Prime, con las características de los dibujos de los años ’80, que muchos de nosotros recuerda, algunos con más detalles que otros. Michael Bay decía que los robots iniciales no eran muy articulados, y por ende era necesaria una modificación, prueba de ello es que este nuevo Optimus Prime está compuesto por más de diez mil piezas.
Pero vamos a la película, que comienza con un grupo de soldados estadounidenses regresando a su base en Qatar. De su insulsa conversación ya podemos intuir cómo serán los diálogos del resto de la película. Una vez en su base llega el primer ataque por parte de los Decepticons, creo que ésta es una de las escenas mejor logradas, puesto que se llega a apreciar al detalle la transformación de Blackout. Hasta aquí los efectos y la secuencia de la invasión son impecables.
Pero luego, también en la primera parte, la película nos presenta al personaje principal, Sam Witwicky (Shia Labeouf), un adolescente de paso intrascendente por la secundaria, a quien por lograr buenas calificaciones, su padre le compra un auto -que resulta ser un Autobot encubierto: Bumblebee. Con su nuevo auto se armará de valor para ir a buscar a Mikaela Banes (Megan Fox), quien curiosamente es la “¿novia?” de uno de los jugadores de fútbol americano de la escuela. Con esta secuencia nos podemos dar cuenta que tenemos al frente el cliché del muchachito subestimado que salvará el planeta y se quedará con el cuero de la escuela.
Más adelante se harán presentes los Autobots revelando su misión en la tierra, mientras que paralelamente el gobierno de los EE.UU. luchará, como de costumbre, para salvar la paz de la tierra y hacer prevalecer “la vida en democracia”, según me pareció escuchar en algún momento. Y es aquí donde la película se comienza a deslucir totalmente, los diálogos tienen un nivel primario y el humor es en extremo obvio. Como si fuera poco aparecen varios personajes adicionales que no tienen mayor relevancia en la historia y terminan diluyéndose, tan sólo hacen que la cinta sea más extensa y tediosa, por no decir risible en algunos segmentos. Jon Voight, como Secretario de Estado, manejando un rifle, se lleva las palmas en ese sentido.
Por último, los efectos especiales sólo se centran en los robots, sus transformaciones y enfrentamientos. Vale aclarar que estos enfrentamientos, salvo el primero, son escenas tan enredadas y difusas que difícilmente se puede entender quiénes están peleando. Agregando a esto el hecho que las transformaciones son demasiado rápidas y no se llegan a apreciar bien. Lo que termina haciendo, en un balance, una película desafortunada, que podría llegar a ser un buen divertimento, pero que para quien escribe, termina siendo lamentablemente prescindible.
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