Me atrevo a adivinar, estando aún en la primera mitad del Festival de Lima, que el último filme de Carlos Sorin, El camino de San Diego, se convertirá el próximo sábado 11 en una de las preferidas por el voto del público. Esto lo digo luego de haber asistido anoche a la función en el Cineplanet Alcázar. Si bien en años anteriores decir «la favorita del público» era casi un eufemismo para indicar el pobre nivel de una cinta -salvo excepciones como Crónica de una fuga, en el 2006– este año no me disgustaría para nada que la película de Sorin se lleve este premio, que en el caso del festival limeño termina siendo a la postre el más importante.
Son casos como El camino de San Diego en los que elementos extracinematográficos hacen que el espectador se enganche tanto con la historia, una que probablemente no resista los sesudos análisis de algún especialista en cine. Seas del país que seas, aún más si es en América Latina, el fútbol es probablemente, recordando una famosa frase, «lo más importante de lo menos importante» de tu vida. Cómo comprobar si perteneces a esta estirpe de fanáticos, de distinto calibre por supuesto, capaces de llegar ver a tu ídolo máximo ahí donde los otros sólo encuentran un motivo de burla. Basta recordar, por ejemplo, un episodio reciente, una frase inmensa y única, propia del ingenio popular, aquel momento donde el Diego sentenció: «Yo me equivoqué y pagué. La pelota no se mancha». Si tan solo recordar ese momento te produce un nudo en la garganta, eres uno de los nuestros. Y muy probablemente, sonreirás y disfrutarás con la travesía que «Tati» Benítez emprende desde su natal Misiones hasta Buenos Aires en búsqueda del máximo ícono argentino, latinoamericano, el fundador de su religión, Diego Armando Maradona, D10S.
Trivia: pude notar cómo los seguidores de las películas de Sorin recordaron -recordamos- durante la proyección a Juan Villegas, el noble dueño de «Le chien» alias «Bombón». Villegas aparece aparece brevemente en El camino de San Diego, haciendo de un vendedor de cámaras fotográficas.
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